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China cierra en Pekín sus tres "parques-protesta" que nadie utilizó

Los "parques-protesta" de Zizhuyuan, Ritan y World Park, ubicados en la capital de China, han sido cerrados por la dictadura china tras concluir los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Esos espacios fueron designados por el Departamento de Seguridad del Comité Organizador de Pekín 2008 para albergar manifestaciones. Ningún acto en contra de la dictadura fue autorizado. De acuerdo con la organización Estudiantes por un Tíbet Libre, unas siete protestas no autorizadas tuvieron lugar durante la justa y unos cuarenta de sus activistas fueron detenidos.

Los "parques-protesta" de Zizhuyuan, Ritan y World Park, ubicados en la capital de China, han sido cerrados por la dictadura china tras concluir los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Esos espacios fueron designados por el Departamento de Seguridad del Comité Organizador de Pekín 2008 para albergar manifestaciones. Ningún acto en contra de la dictadura fue autorizado. De acuerdo con la organización Estudiantes por un Tíbet Libre, unas siete protestas no autorizadas tuvieron lugar durante la justa y unos cuarenta de sus activistas fueron detenidos.
LD (Agencias) Liu Shaowu, director del Departamento de Seguridad del Comité Organizador de Pekín 2008 (BOCOG), informó que los tres parques de Pekín que fueron designados para albergar manifestaciones durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, en los que finalmente no fue autorizada ninguna protesta, ya no permitirán ningún acto de esta naturaleza.
 
Sin embargo, añadió que "en el futuro, los departamentos responsables seguirán recibiendo y analizando las solicitudes de acuerdo con las leyes chinas para las asambleas, protestas y manifestaciones". Se trata de los parques Zizhuyuan, Ritan y World Park en Pekín.
 
El oficial añadió que "durante los juegos, los departamentos responsables recibieron varias solicitudes de China y de otros países. Con excepción de muy pocos casos no permitidos por las leyes, todas ellas fueron analizadas y solucionadas adecuadamente a través de consultas entre las autoridades y los solicitantes, porque éstos retiraron sus pedidos voluntariamente".
 
Los requisitos para solicitar las protestas eran muy exigentes y complicados, incluyendo la presentación en persona de un formulario de solicitud con cinco días de antelación y acompañado por la documentación de identidad. Además, los organizadores de las protestas debían designar a varias personas para ayudar a la Policía a mantener el orden durante la manifestación.
 
Las autoridades chinas decidían si permitir o no la protesta dos días antes de la fecha prevista para llevarla a cabo y se lo notificarían a los solicitantes por escrito. Según las propias autoridades chinas, hubo al menos 77 pedidos formales de manifestaciones, todos rechazados, incluso los de dos ancianas, de 77 y 79 años, que luego fueron condenadas a dos años de pena en campos de reeducación. Poco después los tribunales revocaron esa sentencia.
 
De acuerdo con la organización disidente "Estudiantes por un Tíbet Libre" , ocurrieron unas siete manifestaciones en Pekín (no en los parques designados sino en el centro de la ciudad y cerca de los estadios), y unos cuarenta activistas de ese grupo fueron detenidos.

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