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Condenan a cinco años de prisión a un general indonesio acusado de genocidio en Timor Oriental

Un general indonesio fue condenado este miércoles en el Tribunal de Derechos Humanos de Yakarta a cinco años de prisión por crímenes contra la humanidad y genocidio cometidos durante la transición de Timor Oriental.

LD (Agencias) El general de brigada Noer Muis aseguró a la prensa que recurrirá la sentencia dictada contra él, razón por la cual permanece en libertad, e insistió en su total inocencia. "El acusado no mató (directamente), pero fracasó en prevenir y detener a los agresores. El resultado de esa acción fue un elevado número de víctimas", concluyó el panel de magistrados presidido por el juez Adriani Nurdin.

Muis asumió la jefatura de las tropas en Timor Oriental, unos 10.000 soldados, dos semanas antes del plebiscito del 30 de agosto de 1999, en el que la antigua colonia portuguesa decidía su futuro: anexión o independencia. Lo que se recuerda del corto periodo de tiempo que Muis comandó las tropas indonesias en Timor Oriental son sus continuas advertencias a la población de que brotaría una guerra civil si Indonesia era rechazada en las urnas. "La posibilidad de guerra y violencia es muy escasa si la facción anexionista vence", advertía Muis en aquellos días a un pueblo que aguardaba desde hacía 24 años a ser libre, desde que Indonesia invadió militarmente Timor, tras la retirada de la administración portuguesa.

Justo antes de la votación, Muis informó de que habían establecido planes de contingencia para evacuar por tierra, mar y aire a 25.000 personas si surgía el peor de los escenarios. El resultado de los comicios fue concluyente: la opción independentista recibió el 78,5 por ciento de los votos emitidos, a lo que siguió un estallido de violencia y la deportación de 250.000 personas. Según estimaciones de la ONU, un millar de personas perdieron la vida en el conflicto.

Los fiscales culparon a Muis, en particular, de dos matanzas ocurridas el 6 de septiembre de 1999 y que ya están inscritas en la "historia negra" de Timor Oriental. Las milicias proindonesias, supuestamente respaldadas por el Ejército, asaltaron la iglesia de Sui cuando estaba llena de refugiados y asesinaron a 27 personas, entre ellas los tres sacerdotes de la parroquia. Algunos testigos declararon que la matanza estuvo dirigida por el jefe del distrito de Covalima, el coronel Herman Sediono, y el comandante militar local, teniente Sugito, ambos vestidos en traje de faena y con subfusiles de asalto M-16.

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