Menú

Condenan en Zimbabue a siete años de cárcel al supuesto jefe del presunto golpe contra Obiang

Un tribunal de Zimbabue ha condenado este viernes al ciudadano británico Simon Mann a cuatro años de prisión por intentar hacerse con armas de guerra y a otros tres por intentar comprar armamento sin poseer la licencia correspondiente. Mann ha sido acusado de ser el jefe de una supuesta intentona golpista contra el dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang.

L D (EFE) El juez, Mishford Guvamombe, dijo que se ha impuesto a Mann la sentencia más dura que permite la ley zimbabuense en estos casos, y que su estricta aplicación tiene por objeto servir como “disuasivo” a quienes “intenten cometer tales delitos” en el país.  

"El acusado fue el autor de toda la transacción, y fue atrapado cuando intentaba sacar las armas del país", relató el magistrado, y añadió que los delitos "fueron bien planeados y puestos en práctica; ello ha sido reflejado en la sentencia".
 
La defensa de Mann no recurrirá la sentencia, pese a que la considera excesiva, y destacó que aquél podría ser liberado en dos años y medio por buena conducta. La fiscalía solicitaba pena de cadena perpetua.

Otros 65 presuntos mercenarios –detenidos a principios de marzo, tras llegar a Harare en un vuelo charter procedente de Sudáfrica– fueron sentenciados a doce meses de prisión por contravenir las leyes migratorias zimbabuenses. Todos ellos se declararon culpables.

Los dos tripulantes del Boeing 727 que transportó el grupo a la capital zimbabuense, donde le esperaba Mann, recibieron, por su parte, 16 meses de cárcel por contravenir las leyes de la aviación civil local y por intentar transportar armas de guerra.

Dos de los 70 procesados inicialmente –especialistas en armas que iban a inspeccionar el cargamento– fueron absueltos y liberados el mismo día en que Mann fue declarado culpable (27 de agosto), pero al regresar a Sudáfrica fueron acusados de violar una ley local contra actividades mercenarias.
 
El 'caso Mann' salpica a Mark Thatcher

Mann y sus compañeros –todos ellos sudafricanos– fueron arrestados el 7 de marzo, un día después de que fueran detenidos en Guinea otros 19 supuestos mercenarios –la mitad, asimismo, sudafricanos–. La dictadura guineana sostuvo que éstos eran una “avanzadilla” del grupo de Harare.

El principal acusado en el juicio que se lleva a cabo en Malabo (capital de Guinea), el sudafricano Nick du Toit –para quien se ha pedido la pena de muerte–, ha declarado que Mann le contrató para dar “apoyo logístico” al golpe que, según dijo, se preparaba contra el dictador Obiang.
 
En el ‘caso Mann’ –un antiguo miembro de los Servicios Especiales del Aire (SAS) del Reino Unido– aparece involucrado Mark Thatcher, hijo de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher. Sir Mark, que fue detenido el 25 de agosto en su mansión de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), es sospechoso de haber participado en la financiación de la supuesta conjura. Algunas fuentes hablan de que podría haber contribuido con 275.000 dólares.

Mann, amigo y vecino de Thatcher en Sudáfrica, fue quien, involuntariamente, dio la pista para que éste fuera arrestado. En una carta que envió desde la cárcel de Harare a sus contactos sudafricanos pidiendo ayuda para conseguir su liberación, Mann identificó a Thatcher como "Scratcher" y demandó que éste comenzara "a moverse".

El contenido de la misiva llegó a conocimiento de las autoridades que detentan el poder en Malabo, que suspendieron el juicio contra Du Toit y sus compañeros y solicitaron a Sudáfrica una entrevista con Thatcher, a fin de esclarecer su participación en el supuesto complot.
 
Sir Mark, que se encuentra en libertad bajo fianza efectiva de 300.000 dólares, deberá comparecer ante un tribunal de Ciudad del Cabo el próximo día 22 para responder a las preguntas de la fiscalía guineana.

Temas

En Internacional

    0
    comentarios