L D (EFE) A falta de computar un dos por ciento de los sufragios, se desconoce si alguna de las quince reformas constitucionales que proponía logrará el umbral de algo más de 6,2 millones de votos requerido para su aprobación. La consulta fue propuesta por Uribe el día de su toma de posesión, el 7 de agosto de 2002, como mecanismo para combatir la corrupción y frenar los gastos estatales.
Tras su aprobación por parte del Congreso en diciembre pasado, y el examen de la Corte Constitucional, en julio, el presidente Uribe promovió la iniciativa en una campaña que fue criticada por la oposición debido a la intensa propaganda del Estado. La votación buscaba reformar la Constitución para reducir el tamaño del aparato estatal, la supresión de entidades, establecer rígidas normas contra la corrupción y congelar los gastos de funcionamiento de la administración y los salarios y pensiones de una parte de los empleados públicos.
La suerte del refrendo ha quedado en manos del Consejo Nacional Electoral, que se reunirá esta semana para efectuar los escrutinios definitivos. El aparente fracaso del referéndum, que para ser aprobado necesitaba de una cota mínima de votantes, podría suponer un revés para el presidente colombiano, que ahora debería buscar por medio de decretos legislativos los recursos que aspiraba a conseguir por medio de la reforma constitucional directa.
Tras su aprobación por parte del Congreso en diciembre pasado, y el examen de la Corte Constitucional, en julio, el presidente Uribe promovió la iniciativa en una campaña que fue criticada por la oposición debido a la intensa propaganda del Estado. La votación buscaba reformar la Constitución para reducir el tamaño del aparato estatal, la supresión de entidades, establecer rígidas normas contra la corrupción y congelar los gastos de funcionamiento de la administración y los salarios y pensiones de una parte de los empleados públicos.
La suerte del refrendo ha quedado en manos del Consejo Nacional Electoral, que se reunirá esta semana para efectuar los escrutinios definitivos. El aparente fracaso del referéndum, que para ser aprobado necesitaba de una cota mínima de votantes, podría suponer un revés para el presidente colombiano, que ahora debería buscar por medio de decretos legislativos los recursos que aspiraba a conseguir por medio de la reforma constitucional directa.