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Detienen en Honduras al confidente Mario Gascón por intento de boicot electoral

La Policía hondureña detuvo el domingo a Mario Gascón Aranda, uno de los personajes de la trama de confidentes relacionada con los atentados del 11-M. Gascón se hacía pasar por periodista y fue detenido cuando trataba de convencer a los electores de que no votaran.

El portavoz de la Policía hondureña, Orlin Cerrato, ha confirmado a Libertad Digital la detención y posterior puesta en libertad del colaborador de los servicios de información españoles Mario Gascón Aranda.

Según ha podido comprobar LD a través de varios datos, entre ellos el DNI, el colaborador de los servicios de información españoles fue llevado a Inmigración después de su detención. La intervención de la cónsul de España evitó que fuera deportado del país. Finalmente, las autoridades hondureñas optaron por ponerle en libertad. Los medios de comunicación y despachos de agencia informaron de la detención añadiendo que se le acusaba de “inmiscuirse en asuntos políticos internos”.

Mario Gascón Aranda ya atrajo una considerable atención de los medios por su relación con la trama de confidentes policiales en torno a la cual se articula la versión oficial de los atentados del 11 de marzo. Amigo de Rafá Zouhier (condenado en el juicio por los atentados del 11-M), colaborador de distintos servicios de información españoles, ex-fraile mercedario y ex-director de locales de alterne, la historia de Mario Gascón daría para llenar varias novelas.

Tras los atentados del 11-M, Gascón se fue a vivir a Brasil, desde donde hizo llegar a distintos medios varias y cambiantes versiones sobre su relación con los presuntos responsables de los atentados del 11 de marzo. Supuestamente, había huido de España porque tenía importantes informaciones acerca de la masacre de Atocha, lo que ponía en riesgo su vida, pero posteriormente no tuvo ningún reparo en reaparecer en España, donde intentó sin éxito colocar nuevas "informaciones" acerca de la supuesta trama de islamistas a la que la versión oficial responsabiliza de la masacre.

Su detención en Honduras refuerza las sospechas de que, en realidad, Mario Gascón jamás dejó de trabajar para los servicios de información españoles, desempeñando diversos papeles, y que en realidad toda la historia de su huida y posterior regreso a España no era otra cosa que una escenificación. Lo cual plantea interesantes cuestiones: ¿por qué un colaborador de los servicios de información españoles se dedicó a difundir antes, durante y después del juicio del 11-M delirantes intoxicaciones que siempre iban destinadas a reforzar sutilmente la idea de que el del 11 de marzo fue un atentado islamista?

En esta ocasión, el papel que le tocaba representar era el de periodista español enviado para cubrir las elecciones hondureñas. Papel que al parecer le habría servido para trabajar en el intento de boicotear los comicios, de acuerdo con la estrategia impulsada por los partidarios del depuesto presidente Zelaya. Pero eso pone sobre la mesa un dato de extraordinaria gravedad: ¿habrían enviado a Honduras los servicios de información españoles a un colaborador suyo, para tratar de interferir en las elecciones democráticas en las que se daba voz al pueblo hondureño? Si fuera así, se trataría de una injerencia inaceptable del Gobierno español en los asuntos internos de un país democrático. País hacia el que el gobierno de Rodríguez Zapatero mantiene una postura indefendible, tratando de presionar a las autoridades democráticas hondureñas para que se restituya en el poder al golpista Manuel Zelaya.

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