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EEUU pide a Irán que no intente tomar el control político de Irak a través de la población chií

Los servicios de inteligencia de EEUU han detectado a millares de militares iraníes infiltrados en Irak, donde el régimen islamista de Teherán pretende promover un Gobierno cercano a sus tesis valiéndose de la población mayoritaria de la secta chií, cuyos imanes han agitado varias manifestaciones anti-estadounidenses en los últimos días.

L D (Nacho G. Mostazo) El Gobierno de EEUU ha advertido a Irán de que no trate de ejercer influencia sobre la población chií en Irak, ni trate de interferir en los asuntos internos de este país. "Hemos dejado claro a Irán que nos oponemos a cualquier injerencia externa en el camino de Irak hacia la democracia", declaró este miércoles el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer. "La infiltración de agentes para desestabilizar a la población chií entraría evidentemente dentro de esa categoría", dijo. Estas insinuaciones de Fleischer no se producían por capricho. Según fuentes de los servicios estadounidenses de inteligencia consultadas por Libertad Digital , en los últimos días Irán ha iniciado una ofensiva para infiltrar a cientos de sus hombres en Irak.

Unos 3.000 miembros de las Brigadas Al-Bader del Ejército iraní entraron por la frontera de Irán con el Kurdistán iraquí, desplazándose hasta la región de Diyala, concretamente a la estratégica ciudad de Baqubah, sólo 50 kilómetros al noreste de Bagdad. Varios centenares llegaron hasta el barrio de Sadam City, en Bagdad, que ahora se llama Medina al-Sadr. Ese barrio está habitado por un millón de chiíes y fue la puerta de entrada para las tropas estadounidenses cuando tomaron Bagdad, el pasado día 9 de abril. Los soldados iraníes infiltrados en Irak pasaron entre los peregrinos chiíes que se dirigían hacia la ciudad santa de Karbala, donde en los últimos días se han reunido más de un millón de peregrinos para conmemorar la muerte del imán Hussein, nieto de Mahoma.

Además, otros 3.000 ó 4.000 hombres del Ejército iraní habrían entrado, también confundidos entre los peregrinos, por la frontera sur de Irán con Irak, cerca de la ciudad de Al-Amara, avanzando hasta Al-Kut, donde se subdividieron en tres unidades que se repartieron entre las ciudades de Nasiriya, Nayaf y Karbala. Las Brigadas Al-Bader son una fuerza encubierta de la Guardia Revolucionaria Iraní, un cuerpo de elite del régimen de Teherán. Estas unidades están compuestas fundamentalmente de extranjeros, sobre todo iraquíes y afganos de la secta chií. Su misión fundamental en territorio iraquí consiste en desestabilizar al Gobierno de transición formado por los aliados y promover un Gobierno iraquí formado por chiíes, que son el 65 por ciento de los 26 millones de habitantes de Irak.

"No a América, no a Israel, queremos la religión islámica"

De hecho, aprovechando la multitudinaria peregrinación a Karbala protagonizada por la comunidad chií, los agentes iraníes han logrado que se celebren manifestaciones multitudinarias contra la presencia estadounidense en Irak, con la repetición de lemas como "No a América, no a Israel, queremos la religión islámica". En Bagdad también hubo manifestaciones, aunque en este caso los chiíes exigían que las tropas estadounidenses dejaran en libertad al ayatolá Mohamed al Fartusi, detenido junto a otros cuatro clérigos cuando regresaban desde Karbala a Bagdad, donde Al Fartusi es el líder más importante. Tras dos días de interrogatorios, los soldados de EEUU dejaron a Al Fartusi en libertad y, cuando llegó a Bagdad, lo primero que declaró fue que quiere una República Islámica en Irak. Asimismo, los ulemas o sabios de la Escuela Teológica de Nayaf, la más importante del mundo chií, ya se han pronunciado por una futura Constitución Islámica basada en los principios del Corán.

La sospecha estadounidense de la infiltración iraní en Irak viene de lejos. Hace tres semanas, el secretario de Defensa de EEUU, Donald Rumsfeld, ya había advertido a Irán contra el envío de personal militar a Irak y había asegurado que las tropas estadounidenses les considerarían como "combatientes enemigos". Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca ha dicho que Washington tiene en mente para Irak un Estado modelado al estilo de Turquía, es decir, musulmán pero laico. "Creo que no se pone en duda que el líder iraquí será un líder islámico, se trata de un país islámico", dijo el miércoles por la tarde el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer. "Pero eso es diferente de una dictadura islámica que no respeta las diferencias religiosas entre su pueblo, que no es tolerante, que es dictatorial, cerrada y que no gobierna mediante el mandato de la ley o la transparencia", afirmó el portavoz presidencial.

EEUU no mantiene relaciones diplomáticas con Irán desde la caída del régimen del sha Reza Pahlevi en 1979, pero sus advertencias han sido transmitidas a Teherán mediante "canales de comunicación bien conocidos", según Fleischer. Por su parte, la única respuesta del régimen de los ayatolás que se conoce por el momento se produjo este jueves, cuando el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Kamal Jarazi, dijo con ironía que “es interesante que los norteamericanos, que han ocupado Irak, acusen ahora a los países vecinos de injerencia en ese país”. En una rueda de prensa conjunta con el titular francés de Asuntos Exteriores, Dominique de Villepin, que se encuentra de gira por varios países de Oriente Medio, Jarazi dijo que el único deseo de su país es el establecimiento de un gobierno "democrático y representativo", por lo que las acusaciones de Washington son "infundadas y tienden a buscar pretextos". Jarazi recalcó que Irán “mantendrá su postura de no intervención” en los asuntos de Irak, en línea con la “neutralidad” declarada al principio de la guerra.

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