LD (EFE) Las sanciones, explicó, "pueden llegar de muchas maneras. Evidentemente, funcionan mejor cuando muchas partes colaboran al unísono, como nos ocurre con la Unión Europea a la hora de conseguir que Irán abandone sus actividades para enriquecer uranio".
Con esta medida, indicó Perino, EEUU pretende "que la gente pueda sentirse segura en su propio país y que sus voces puedan ser escuchadas".
El sábado, el presidente de EEUU, George Bush, afirmó que su Gobierno impondrá sanciones contra el régimen "ilegítimo" del presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, después de la "farsa" de la segunda vuelta electoral el viernes pasado.
Ante el "flagrante desprecio" de Mugabe a la voluntad popular, señaló el comunicado, Bush ha dado instrucciones a la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, y al secretario del Tesoro, Henry Paulson, para que establezcan sanciones contra el régimen "ilegítimo" de Zimbabue y quienes lo apoyan.
El Gobierno de EEUU presionará ante las Naciones Unidas para la imposición también de sanciones internacionales, que incluyan un embargo de armamento y la prohibición de viajar al exterior de representantes del régimen en Zimbabue, agregó Bush.
Un borrador de resolución patrocinado por EEUU ante la ONU y que circuló hoy pide la imposición de un embargo de armamento y la congelación de los activos de individuos y empresas zimabuas.
EEUU ya mantiene sanciones contra 170 personas y entidades de Zimbabue y las posibles medidas endurecerían esas penalizaciones y las ampliarían al Gobierno del país africano.
"Un Gobierno legítimo de Zimbabue debe representar los intereses de todos sus ciudadanos y el resultado de las elecciones del 29 de marzo", sostuvo el presidente estadounidense.
En esa fecha se celebraron comicios legislativos y la primera vuelta de las votaciones presidenciales zimabuas, en las que se impuso el Movimiento para el Cambio Democrático de Morgan Tsvangirai.
Tsvangirai resultó vencedor en la primera vuelta de las presidenciales, pero, según la Comisión Electoral de Zimbabue (ZEC), organismo nombrado por el Gobierno de Mugabe, no obtuvo el número de votos necesario para una mayoría directa y era necesaria la celebración de una segunda ronda.
El domingo Mugabe se proclamó el vencedor de unas elecciones a las que no concurrió la oposición por estar sometida a una campaña de violencia instada desde los órganos gubernamentales.