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Ehud Olmert considera un "fenómeno enfermizo" el simposio internacional organizado por Irán para negar el Holocausto

El primer ministro israelí ha condenado como "un fenómeno enfermizo" la decisión del Gobierno de Irán de convocar el simposio internacional que se inaugura este lunes en Teherán para cuestionar el Holocausto. "La negación del holocausto (Shoá) indica cuán profundo es el odio y el extremismo del Gobierno iraní", dijo Olmert. Según el Museo Yad Vashem de Jerusalén, que guarda la memoria de las víctimas, entre estas un millón y medio de menores de edad, "la conferencia pseudo-académica de Irán es un esfuerzo para negar el Holocausto", y "una preparación para otro genocidio". EEUU y Alemania también lo han condenado. Además, el acto antisemita coincide con la donación de 190 millones de euros por parte de Irán al gobierno palestino formado por los terroristas de Hamas.

L D (EFE) El jefe del gobierno israelí declaró a los periodistas antes de iniciar un viaje que le llevará a Alemania y a Italia que "todo estado con principios debe condenar ese simposio", en el que, según sus organizadores, participan investigadores e historiadores de 30 países, aunque no se los menciona, aparentemente para evitar que sean atacados o juzgados por negar la "Shoá" en sus países.

El presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, que llamó recientemente a "borrar a Israel del mapa", niega ese genocidio como "una invención sionista" para justificar la creación del Estado judío en Palestina.

Entre los participantes en la conferencia, con el nombre "Revisión del Holocausto: una Visión Global", hay un representante de la comunidad judía ultra-ortodoxa Naturei Kartá, que reniega del Estado israelí y del movimiento nacional sionista. También tenía previsto participar en los debates un abogado árabe, Jáled Kasab Mahamid, ciudadano de Israel, quien emprendió viaje hacia Teherán para exhortar a los musulmanes a aceptar la existencia de la "Shoá", el genocidio perpetrado por la Alemania nazi de Adolf Hitler en el que perecieron seis millones de civiles judíos y medio millón de gitanos, miembros de "razas inferiores".

La presidenta de la Cámara Legislativa israelí, la Kneset, Dalia Itzik, y la diputada laborista Colet Avital, hicieron un llamamiento a todos los parlamentos del mundo para que condenen ese simposio. Por su parte, el viceprimer ministro Simón Peres tachó esa reunión como "un simposio de mentirosos", e invitó a quienes niegan ese genocidio durante la Segunda Guerra Mundial a visitar los campos de trabajos forzados y exterminio en distintos puntos de Europa convertidos en museos.

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