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El Congreso de los Diputados rinde homenaje a las víctimas del Holocausto

El Congreso de los Diputados ha celebrado este jueves un emotivo acto de conmemoración de las víctimas del Holocausto judío, presentado por el Presidente del Congreso, Manuel Marín, y por el de las Comunidades Judías en España, Jacobo Israel y con la presencia de numerosas personalidades. Marín ha abierto el acto pidiendo perdón "por los errores cometidos el pasado año", en referencia a la presencia del impostor Enric Marco, entonces Presidente de la Agrupación Amical de Mauthausen.

El Congreso de los Diputados ha celebrado este jueves un emotivo acto de conmemoración de las víctimas del Holocausto judío, presentado por el Presidente del Congreso, Manuel Marín, y por el de las Comunidades Judías en España, Jacobo Israel y con la presencia de numerosas personalidades. Marín ha abierto el acto pidiendo perdón "por los errores cometidos el pasado año", en referencia a la presencia del impostor Enric Marco, entonces Presidente de la Agrupación Amical de Mauthausen.
(Libertad Digital) Tras las palabras del presidente de las Cortes, tomó la palabra Jacobo Israel, que tras agradecer la iniciativa del Congreso, hizo una breve exposición de la política del régimen de Franco en relación con los judíos durante los años del holocausto nacional socialista. Israel ha destacado que hay mucha controversia entre los historiadores a cuenta de este episodio, que tiene su origen en que había en realidad cuatro grupos diferenciados que experimentaron una respuesta distinta por parte del régimen.
 
Manuel Marín pidió perdón a la comunidad judía española por la presencia en el mismo acto del año pasado de Enric Marco, que presidía en aquellos momentos de la Agrupación Amical Mauthausen. Marco había basado su actividad pública en su supuesto paso por el campo de concentración de Mauthausen, pero al comprobar que el historiador Benito Bermejo estaba cuestionando su biografía, se vio forzado a reconocer que había mentido y que nunca llegó a estar en un campo de exterminio nacional socialista. Dijo entonces que mintió "porque la gente me escuchaba más y mi trabajo era más eficaz".
 
A continuación se ha obrado un sencillo acto religioso, en el que seis personalidades han encendido sendas velas en recuerdo de las víctimas del holocausto causado por el nacional socialismo en la Alemania de los años 30' y 40'. La primera ha sido encendida por Victor Harel, embajador de Israel en España, "por los seis millones de judíos exterminados por los nazis". A este recuerdo le han seguido otros, como "el millón y medio de los niños", "los ciudadanos españoles republicanos y sefardíes que sufrieron en los campos de concentración de Mathausen" y otros campos.
 
También se recordó a "las víctimas del pueblo gitano", los "justos entre las Naciones" que se arriesgaron para salvar a los perseguidos y los supervivientes "que encontraron en Israel un refugio donde reconstruir sus vidas, preservando su identidad". A continuación, Moisés Bendahán, rabino principal de la Comunidad Judía de Madrid, entonó la oración hebrea "El Male Rajamim" por los difuntos. Entre los asistentes al acto se encontraban el embajador de Israel en España, Víctor Harel, el Defensor del Pueblo Enrique Mújica, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
 
En su conferencia, el presidente de Comunidades Judías en España ha destacado que en los años de la posguerra española había en España cuatro grupos de judíos en España, que experimentaron un comportamiento distinto. Los judíos del interior recibieron mucha presión por parte del régimen, que llegó a enviar una circular a los gobernadores civiles que les conminaba a hacer un registro de sus actividades y antecedentes. Franco, destaca Jacobo Israel, "no quería una minoría no católica". Por el contrario, pese a una cierta desconfianza mutua, las relaciones con la comunidad judía en el Marruecos español fueron tradicionalmente correctas, lo que se mantuvo tras la llegada del nuevo régimen.
 
Pero los judíos sobre los que recayó la política española en relación con el Holocausto fueron los sefardíes a quienes se le otorgó la nacionalidad en 1924 y los refugiados europeos. Las acciones diplomáticas españolas salvaron a un número de judíos que ronda los 40.000. España, destaca Jacobo Israel Garzón, "no fue un país de asilo, pero sí de tránsito para los judíos".

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