Las dictaduras no son de fiar en sus promesas, pero si el ejérvito dice estar con el pueblo, con un pueblo libre, puede que llegadas las elecciones se convierta esta promesa en realidad.
Pero ¿qué hará ahora el Presidente Egipcio? ¿venganza? ¿Nuevas leyes que impidan al pueblo la democracia o se impomga un gobierna islamista con más radicalidad aún?
¿Y en España no nos sobran motivos, más que a ellos, para inundar las calles pidiendo la dimisión de nuestro Presidente que ya no gobierna pero sigue con el poder arruinanda cada día más a nuestra Nación?
España ha sido adormecida por la demagogia y mentiras marxistas-masónicas. Una gran parte se muestra agradecida al hambre y la miseria, al despotismo y a la esclavitud moderna. ¡Increible!