LD (EFE) El Banco de Inglaterra ha identificado y congelado las cuentas bancarias de 19 de los 24 detenidos el jueves, de los que 14 son de Londres, cuatro del condado de Buckinghamshire (afueras de la capital) y uno de Birmingham (centro de Inglaterra). Los sospechosos son de nacionalidad británica, la mayoría de origen pakistaní, y tienen entre 35 y 17 años.
Reid, ministro del Interior, que preside las reuniones del comité de emergencia "Cobra" del Gobierno, agradeció la cooperación de las autoridades de otros países, particularmente Pakistán, en una investigación con ramificaciones internacionales. Las autoridades pakistaníes confirmaron la detención en ese país de sospechosos cuyos testimonios contribuyeron al desmantelamiento del complot londinense. El subcomisario de Scotland Yard, Paul Stephenson, dijo el pasado jueves que la supuesta conspiración pretendía causar "una matanza" de magnitud "inimaginable".
El secretario de Seguridad Nacional de EEUU, Michael Chertoff, vinculado a la investigación, sugirió que el plan desarticulado en el Reino Unido "apunta a una trama de Al Qaeda", aunque matizó que no es "una conclusión definitiva". Según fuentes policiales, los supuestos terroristas planeaban ejecutar una oleada de atentados simultáneos en hasta 10 aviones de aerolíneas británicas y estadounidenses mediante explosivos líquidos detonados por artefactos electrónicos. Los compuestos químicos se habrían introducido a bordo dentro de botellas de refresco, mientras que los detonadores se ocultarían en móviles o "ipods".
Tras la desarticulación del supuesto plan terrorista, los aeropuertos británicos, sumidos el pasado jueves en el caos, reanudaron este viernes su actividad con estrictos controles de seguridad y muchos retrasos y cancelaciones.
Reid, ministro del Interior, que preside las reuniones del comité de emergencia "Cobra" del Gobierno, agradeció la cooperación de las autoridades de otros países, particularmente Pakistán, en una investigación con ramificaciones internacionales. Las autoridades pakistaníes confirmaron la detención en ese país de sospechosos cuyos testimonios contribuyeron al desmantelamiento del complot londinense. El subcomisario de Scotland Yard, Paul Stephenson, dijo el pasado jueves que la supuesta conspiración pretendía causar "una matanza" de magnitud "inimaginable".
El secretario de Seguridad Nacional de EEUU, Michael Chertoff, vinculado a la investigación, sugirió que el plan desarticulado en el Reino Unido "apunta a una trama de Al Qaeda", aunque matizó que no es "una conclusión definitiva". Según fuentes policiales, los supuestos terroristas planeaban ejecutar una oleada de atentados simultáneos en hasta 10 aviones de aerolíneas británicas y estadounidenses mediante explosivos líquidos detonados por artefactos electrónicos. Los compuestos químicos se habrían introducido a bordo dentro de botellas de refresco, mientras que los detonadores se ocultarían en móviles o "ipods".
Tras la desarticulación del supuesto plan terrorista, los aeropuertos británicos, sumidos el pasado jueves en el caos, reanudaron este viernes su actividad con estrictos controles de seguridad y muchos retrasos y cancelaciones.