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Enfrentamientos armados entre el Ejército y simpatizantes de Hezbolá en el Líbano

Un intenso tiroteo ha comenzado hoy en Beirut entre los soldados libaneses y simpatizantes de la oposición gubernamental, liderada por la organización político-terrorista chií de Hezbolá. Los choques se están produciendo en Corniche Masra, en el centro de la capital, según ha mostrado la cadena Al Yazira en unas imágenes exclusivas.

Un intenso tiroteo ha comenzado hoy en Beirut entre los soldados libaneses y simpatizantes de la oposición gubernamental, liderada por la organización político-terrorista chií de Hezbolá. Los choques se están produciendo en Corniche Masra, en el centro de la capital, según ha mostrado la cadena Al Yazira en unas imágenes exclusivas.
(Libertad Digital) En las imágenes se ve un carro blindado desde el que disparan los soldados del ejército libanés contra un objetivo desconocido, en un paisaje de calles desiertas, informa Efe.

Horas antes el secretario general de la organización político-terrorista Hasan Narsalá ofrecía por televisión una "histórica" conferencia de prensa, la primera en dos años, en la que amenazaba con un conflicto armado.

Nasralá, dijo que la decisión del Ejecutivo libanés de desmontar la red de comunicaciones de su grupo "es una declaración de guerra o el inicio de una guerra".

En las últimas semanas, Hezbolá ha sido el centro de las preocupaciones de las fuerzas gubernamentales, anti sirias, hasta el punto de que optaron por cesar a Wafig Shiqer, vinculado a la organización chií, como jefe de seguridad del aeropuerto de Beirut y declararon "ilegal e inconstitucional" las redes de comunicación de la milicia. 

"Cortaremos la mano que se acerque a las armas de la resistencia", retó Hasan Narsala en una referencia indirecta al bloque liderado por Fouad Siniora durante su discurso que estuvo retransmitido por la cadena dependiente de su organización, Al Manar.

Hezbolá ha dado al Gobierno del país de los cedros 48 horas de plazo para que dé marcha atrás lo que no es probable que vaya a suceder y por lo que no es extraño imaginar un escenario de escalada de violencia.

Los enfrentamientos de hoy vienen precedidos por la huelga general convocada ayer miércoles, en un principio para protestar por la situación social pero que tras recibir el apoyo de Hezbolá acabó en numerosos encontronazos entre grupos suníes (progubernamentales) y chiíes (oposición), así como en el cierre de los accesos al aeropuerto internacional Rafik Hariri de Beirut.

"Esto es un gran confrontación entre la idea de un Estado Libanés y el mini-estado de Hezbolá", consideró un parlamentario de Fuerza Líbano, Antoine Zahra, a Now Lebanon.  "Hezbolá ha dado un paso muy importante para intentar controlar el Estado, diciendo que la carretera del aeropuerto -link del país con el resto del mundo- está bajo su control", sentenció.

La guerra política se ha trasladado a las calles y podría extenderse durante los próximos días. Es por lo menos lo que sostienen fuentes gubernamentales. "Todos los indicadores sugieren que ellos (en referencia a Hezbolá) planean seguir más días".

La situación en el país de los cedros parece estar a punto de estallar. Ninguno de los dos bloques en los que se encuentra dividido el país, los progubernamentales y antisirios, por una parte, y la oposición chií y maorita, pro siria, por otra, no están dispuestos a aflojar la cuerda. Largos han sido los meses desde que estallara la crisis en noviembre.

Parálisis institucional

Entonces acabó el mandato del presidente de la República libanesa sin poder encontrar un sustituto. El parlamento no se reúne desde que la organización político-terrorista de Hezbolá lanzara un órdago al Gobierno de Fouad Siniora para que le otorgara un derecho a veto contra el Ejecutivo.

En suma y por si el panorama no fuera lo suficientemente crítico desde 2005 se han ido sucediendo asesinatos políticos no atribuídos a ninguna fuerza especial pero sí dirigidos fundamentalmente contra los dirigentes del bloque gubernamental antisirio lo que ha puesto la sombra de la sospecha sobre Damasco. El Gobierno de Siniora es contrario a la injerencia siria, mientras la oposición de Hezbolá, satélite de Irán está respaldada por el régimen de Basar Al Asad.

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