Evo Morales aprovechó su visita a España para acercarse a los bolivianos residentes en Madrid con un encuentro en la plaza de toros de Leganés que muchos tomaron como el comienzo de su precampaña para las elecciones generales del 6 de diciembre. Aquel día, el presidente de Bolivia fue recibido en medio de una fiesta con bailes tradicionales de su país y con la wiphala, la bandera indigenista boliviana que el mismo Morales utiliza en sus mítines políticos por la enorme carga ideológica que lleva.
La importancia que le da Morales y los miembros de su partido "Movimiento al Socialismo" a la wiphala es tal que incluso la han incluido dentro de la nueva Constitución de Bolivia modificada por el Gobierno. En el Artículo 6 –donde también se apunta a Sucre como capital del país– se señala que los símbolos del Estado son la bandera tricolor (rojo, amarillo y verde), el himno boliviano, el escudo de 
armas, la wiphala, la escarapela, la flor de la kantuta y la flor del patujú.
Pero la wiphala no sólo apareció en la fiesta boliviana de Leganés. Tanto a la entrada del Congreso como en el despacho donde José Bono conversó con Morales lució junto a la enseña española y la bandera boliviana. De hecho, al final de la visita, tal y como contó EFE, Bono destacó a Morales la presencia de la whipala junto a las otras.
A la sorpresa de ver dicha bandera en el Congreso, se pasó a la sorpresa de verla detrás de Zapatero y el presidente boliviano mientras charlaban en La Moncloa. Fuentes de la sede presidencial señalaron a Libertad Digital que al contemplar la Constitución de Bolivia ambas banderas como oficiales y a petición de la propia delegación boliviana se accedió a ponerla al lado de las demás pese al enorme significado que conlleva.
En Bolivia, la wiphala ha generado mucha polémica ya que algunas zonas del país opositoras a 
Morales –como Santa Cruz y Tarija– se niegan a considerarla oficial y a colocarla en los edificios gubernamentales ya que creen que está íntimamente asociada al partido de Gobierno. De hecho, el gobernador de Tarija dijo que era "como obligar a rendir pleitesía a la bandera de un partido político".
En países andinos como Bolivia, Ecuador o Perú se ha intentado recuperar en los últimos años símbolos que según los más nacionalistas de la región se utilizaban en la época del Imperio inca. Sin embargo, son muchos los historiadores de dichos países –como la peruana María Rostorowski– los que rechazan que éstos usaran banderas. Tenían estandartes y altas cualidades para la fabricación de tejidos pero en ningún caso usaron banderas tal y como las conocemos hoy en día. En Perú, el entonces presidente Alejandro Toledo hizo un amago de usar la bandera del Tahuantinsuyo (toda la región que ocupan los incas) pero su idea fue rechazada por la gran mayoría de la sociedad peruana.