L D (EFE) Los rumores se agudizaron el pasado sábado por la noche, cuando se anunció que Mubarak, de 74 años, suspendía su comparecencia ante el Parlamento, prevista para el domingo, debido a un catarro.
También trató de tranquilizar a la población el ministro de Asuntos Exteriores, Ahmed Maher, que dijo que el presidente hubo de retirarse debido a "la fatiga y los efectos de los medicamentos que toma".
Durante 45 minutos, Egipto, el país árabe más populoso y uno de los principales aliados de Estados Unidos en Oriente Medio, vivió paralizado, pendiente de la salud de un presidente que todavía no ha nombrado sucesor. En las calles de El Cairo, el tráfico se intensificó al tiempo que se desataron las habladurías y corrió como la pólvora la noticia de que Mubarak había "sufrido un desmayo" y le habían tenido que tratar en la UVI móvil que le acompaña en todos los desplazamientos por el país.
Aún no ha nombrado sucesor
También trató de tranquilizar a la población el ministro de Asuntos Exteriores, Ahmed Maher, que dijo que el presidente hubo de retirarse debido a "la fatiga y los efectos de los medicamentos que toma".
Durante 45 minutos, Egipto, el país árabe más populoso y uno de los principales aliados de Estados Unidos en Oriente Medio, vivió paralizado, pendiente de la salud de un presidente que todavía no ha nombrado sucesor. En las calles de El Cairo, el tráfico se intensificó al tiempo que se desataron las habladurías y corrió como la pólvora la noticia de que Mubarak había "sufrido un desmayo" y le habían tenido que tratar en la UVI móvil que le acompaña en todos los desplazamientos por el país.
Aún no ha nombrado sucesor
La máxima autoridad religiosa musulmana de Egipto, el gran Imán de Al-Azhar, presente en la sala, lideró, junto al líder de la Iglesia Copta, papa Shenuda III, una plegaria por la salud del presidente, a la que se unieron todos los asistentes al discurso en el Parlamento. Mubarak regresó a la Cámara tres cuartos de hora después de la interrupción y despachó con apenas un par de frases los dos asuntos que le quedaban pendientes –la situación en Irak y el conflicto palestino– y que se esperaban como los más relevantes.
Hosni Mubarak, nacido en 1929 en una población del Delta del Nilo, llegó al poder en 1981, cuando era vicepresidente, tras un referéndum celebrado una semana después del asesinato del presidente Anuar el Sadat por la rama egipcia del grupo integrista "Yihad" Islámica. Sin embargo, siempre se ha resistido a nombrar sucesor, como hicieron sus predecesores, y aún hoy en día planea la incertidumbre sobre quién sucedería al septuagenario dirigente en caso de que se plantee una razón de fuerza mayor.