L D (Europa Press) La iniciativa de la proposición no de ley partió del Partido Popular, que en última instancia aceptó una enmienda transaccional con el PSOE, ERC y CiU –los grupos que habían presentado enmiendas parciales– en el que instaba al Gobierno a "incorporar de manera prioritaria en ese diálogo la preocupación ante el nuevo deterioro de la situación de los derechos humanos y a seguir reclamando la liberación de todos los presos de conciencia y de los disidentes detenidos".
Sin embargo, para votar ese texto se requería unanimidad de todos los grupos parlamentarios, pero IU-ICV se opuso, lo que provocó que el presidente de la Cámara Baja, Manuel Marín, ordenase el voto del texto inicial del PP, que tuvo el rechazo mayoritario al registrar un resultado de 127 a favor, 163 en contra y 16 abstenciones. En los grupos proponentes del acuerdo causó sorpresa la actitud de IU-ICV, que normalmente nunca se opone a votar a textos transaccionados de última hora y que suele reprochar esa práctica al Partido Popular, que sí ha utilizado este veto varias veces en esta legislatura.
El diputado del PP que presentó la iniciativa, Jorge Moragas, advirtió en el debate previo a la votación que en la actualidad existe una serie de violaciones de los Derechos Humanos con "situaciones insufribles" en varios casos de huelga de hambre entre opositores y cuando sería necesario, a su juicio, que haya un "derecho humano de última generación como es el acceso a Internet". Asimismo, destacó el "paso adelante" del PSOE porque reconoce, aunque de forma "tímida y modesta", el deterioro de los Derechos Humanos. "Lo interpretamos como que esta política no ha dado los frutos adecuados y eso es un fracaso", señaló.
Por su parte, Rafael Estrella (PSOE) insistió en que la defensa de los Derechos Humanos "sin ningún tipo de restricciones" no divide a los grupos de la Cámara Baja. Por su parte, Rosa Bonás (ERC) estimó necesario que el régimen cubano cese su "política de represión", si bien destacó los "logros" de la dictadura de Fidel Castro en "el terreno social". Mientras, Jordi Xuclà (CiU) incidió en la necesidad de que las formaciones políticas españolas avancen "en pactos" en lo relativo a Cuba, con el objetivo de ser útiles a la Diplomacia española y la Embajada en La Habana para "presionar y que España esté bien situada" en la futura transición democrática.
En último término, Isaura Navarro (IU-ICV) criticó al PP por ser "la voz de Estados Unidos" y cuando Cuba cuenta con "parámetros de bienestar muy por encima de los países de su entorno". En su opinión, este hecho supone que haya en la isla "Derechos Humanos de primera magnitud". Aunque admitió que el sistema político en Cuba "puede mejorarse", precisó a continuación que ello le corresponde en exclusiva a los cubanos.