L D (EFE) Los ministros cubanos de Comercio Exterior, Raúl de la Nuez; Inversión Extranjera, Marta Lomas; el viceministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, y el comandante de la revolución Guillermo García Frías acudieron este miércoles a la recepción ofrecida por el embajador español en La Habana, Carlos Alonso Zaldívar, con motivo de la Fiesta Nacional.
Más de 1.200 personas, entre ellas una nutrida representación del mundo de la cultura y las artes cubanas, convirtieron la cita en la más numerosa de las celebradas en embajadas europeas en los últimos años. La recepción española había levantado mucha expectación entre los diplomáticos europeos por el impulso del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero al acercamiento entre la UE y La Habana tras la crisis que estalló en 2003.
El embajador español recibió el pasado día 6 a una representación de la oposición interna, aunque tanto fuentes diplomáticas como disidentes comentaron que el encuentro no tenía relación con la Fiesta Nacional del 12 de octubre. Para el viceministro cubano de Relaciones Exteriores, la recepción española supone "una rectificación necesaria. Siempre debió haber sido así". "Es una recepción como son la recepciones en todas partes del mundo, por eso estoy aquí", dijo Rodríguez, que acudió en representación del canciller, Felipe Pérez Roque, que asiste en Salamanca a la Cumbre Iberoamericana. "Es una recepción de una embajada acreditada ante un Gobierno constituido y han sido invitadas autoridades de ese Gobierno y representantes de la sociedad cubana que están aquí", agregó en declaraciones a la prensa extranjera.
El viceministro se refirió también a la decisión de su Gobierno de no acudir al cóctel organizado por la embajada de Alemania con las autoridades cubanas el pasado día 4, horas antes de celebrar una recepción por su Fiesta Nacional a la que invitó a una amplia representación de la disidencia. "La recepción alemana faltaba a la dignidad de las autoridades cubanas y por eso no concurrimos, no hemos dado una respuesta oficial y la daremos en su momento", apuntó. Para Rodríguez, los disidentes cubanos son "grupos ilegales, pagados, financiados e instruidos por la Sección de Intereses (de Estados Unidos), estamos hablando de grupos mercenarios de una potencia extranjera".
Para el embajador español, la presencia de una representación del Gobierno cubano demuestra que "hay una clara relación política entre España y Cuba, como siempre ha pasado, con altos, con bajos", si bien, a su juicio, la relación entre los dos países "es más familiar que política". La decisión adoptada en 2003 por la UE de invitar a disidentes a las Fiestas Nacionales en sus embajadas en Cuba tuvo, en su opinión, "el efecto de convertir las Fiestas Nacionales en momentos políticos". "Hoy estamos haciendo una Fiesta Nacional, no un mitin político, estamos haciendo un encuentro de convivencia", añadió.