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La apatía de Europa ante el 7-J

Las elecciones del 7-J que comenzaron el jueves, concluyen el domingo con el voto en diecinueve países marcadas por el desinterés ciudadano. En Polonia sólo había participado el 6,65 del electorado al mediodía. El Partido Popular europeo volvería, según los sondeos, a alzarse con la mayoría.

Las elecciones del 7-J que comenzaron el jueves, concluyen el domingo con el voto en diecinueve países marcadas por el desinterés ciudadano. En Polonia sólo había participado el 6,65 del electorado al mediodía. El Partido Popular europeo volvería, según los sondeos, a alzarse con la mayoría.

L D (Agencias) Los primeros en acudir a las urnas fueron Holanda y Reino Unido, y el viernes les siguieron Irlanda y la República Checa, mientras que el sábado se abrieron los colegios electorales en Italia, Malta, Chipre, Eslovaquia y Letonia.

En el resto de países, incluida España, las votaciones tienen lugar el domingo.

Alrededor de 375 millones de electores están convocados para designar a 736 eurodiputados, repartidos entre los Veintisiete en función de su peso demográfico.

Así, a Alemania le corresponden 99 representantes, y a Malta, el socio más pequeño, tan sólo 5, mientras que España queda en la mitad, con 50 parlamentarios.

No obstante, estos números deberán cambiar ligeramente en los próximos años, si finalmente se adopta el Tratado de Lisboa, hasta dejar el número de diputados en 751 (España ganaría cuatro asientos).

Parece claro, a la vista de los sondeos, que el conservador Partido Popular Europeo volverá a alzarse con la mayoría en la Eurocámara, seguido de los socialistas y los liberales y demócratas, mientras que los ecologistas, la izquierda y, probablemente, los euroescépticos, formarán el resto de grupos parlamentarios.

Participación mínima

También es previsible un crecimiento significativo de los partidos de extrema derecha y euroescépticos. Lo que más preocupa, sin embargo, es el índice de participación, ya que, de confirmarse los peores pronósticos, podría marcar un nuevo mínimo, por debajo del 45,5 por ciento registrado en los comicios de 2004.

Está claro que, lejos de comprender el creciente peso del Parlamento Europeo en el proceso decisivo comunitario -sobre todo si entra en vigor el Tratado de Lisboa-, los europeos siguen sin ver a la Eurocámara como una institución relevante.

No ha ayudado a esta percepción el hecho de que en la mayoría de los Estados miembros la campaña electoral ha dedicado menos tiempo a los asuntos comunitarios que a debatir cuestiones de política interna.

A ello se une, además, el contexto económico, con aumentos del paro y caída de la confianza en todo el continente, que ha contribuido a convertir los comicios europeos en plebiscitos sobre la gestión de la crisis hecha por los Gobiernos.
 

Mínimos en Polonia y Eslovaquia

A modo de ejemplo, la participación en las elecciones europeas alcanzó el 6,65 por ciento este mediodía en Polonia, donde más de 30 millones de electores tienen hasta las 22.00 horas (20:00 GMT) para elegir a sus 50 eurodiputados, según informó la Comisión Electoral Central.

Este índice de participación es superior al registrado en las elecciones europeas precedentes, celebradas en 2004, donde la participación al mediodía fue del 5,94 por ciento.
 
Tanto el presidente de Polonia, el conservador Lech Kaczynski, como el primer ministro del país, el liberal Donald Tusk, votaron a primera hora de la mañana, momento que aprovecharon para animar a los polacos a acudir a las urnas.

Por su parte, el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, culpó a la prensa de su país de la baja participación en los comicios europeos, y que será inferior a la de hace cinco años, cuando alcanzó el 17 por ciento.

Fico acusó a la prensa local del desinterés ciudadano por ir a votar, ya que poco antes del cierre de los colegios habían acudido a las urnas un 10 de los ciudadanos con derecho a voto.

"Creo que hemos dicho poco sobre qué hace realmente el Parlamento Europeo. Seré sincero. Ayer me ocurrió un hecho curioso. Por la tarde paré a un conocido, le pregunté si venía a votar y me respondió: ¿tengo que ir a votar a esos que ganan 500.000 coronas?", dijo el político socialdemócrata.

"Pues bien, esta es la imagen (de la Eurocámara) que alguien creó, por lo que ruego que reflexionen", afeó Fico a los periodistas.

Malta, la que más

Como ejemplo de lo contrario, la participación en las elecciones europeas que se celebraron ayer en Malta fue del 78,8 por ciento, casi cuatro puntos por debajo del 82,4 por ciento que se registró en los comicios de 2004, según cifras de la Comisión Electoral

A pesar de que se trata de la menor participación en unas elecciones nacionales en Malta, se prevé que se trate del mayor porcentaje de voto de entre los 27 países de la unión, según afirmaba en su página web el diario Times of Malta.

Los resultados de las elecciones europeas en Malta, donde se elegirán cinco eurodiputados, se harán públicos el próximo martes.

Alemania, Italia, Francia

Mientras, en Alemania, el país más grande de la UE, los comicios europeos se plantean como un mero ejercicio de prueba ante las elecciones federales que se celebrarán a finales de septiembre, que podría acarrear cambios en el Gobierno de gran coalición (democristianos y socialdemócratas) que lidera Angela Merkel.

Italia, por su parte, vive su segundo día de votación -los colegios se abrieron ayer- con un claro protagonismo de las polémicas en torno al primer ministro, Silvio Berlusconi, aunque está prácticamente descartado que Il Cavaliere pague por ello en las urnas.

En Francia es previsible que los electores castiguen ligeramente con su voto a la conservadora UMP, del presidente, Nicolas Sarkozy, que se alzaría en cualquier caso con la victoria.

Entre las grandes incógnitas destacan los resultados del Reino Unido, debido a la precaria situación de su primer ministro Gordon Brown, y donde las votaciones tuvieron lugar el viernes.

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