LD (EFE) Diputados destituidos del Partido Social Cristiano ecuatoriano anunciaron que continuarán con su lucha para evitar la "concentración de poder" en manos del presidente izquierdista Rafael Correa. Los legisladores se han declarado "perseguidos políticos".
Tras la sesión en la que el Congreso se instaló con la presencia de veintiún diputados suplentes –entre ellos dos del PSC–, los cesados de este partido acusaron en una conferencia de prensa a Correa de "comprar" a los sustitutos para alcanzar el quórum que permitió la sesión de la Cámara, que no reconocieron como legítima.
El congresista Alfonso Harb, destituido el seis de marzo por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) con otros 56 legisladores, acusados de tratar de bloquear la consulta popular para una Asamblea Constituyente, dijo que el Gobierno usó al "hombre del maletín" para comprar a los alternos que "traicionaron a su partido".
El diputado destituido, Alfredo Serrano, también del PSC, coincidió con Harb en que "el Congreso está directamente controlado por el hombre del maletín" e insistió en que la sesión fue ilegítima e ilegal y que los 57 legisladores cesados siguen siendo los titulares de los escaños, ocupados en parte por suplentes. Señaló que los parlamentarios destituidos seguirán diversos caminos judiciales, en especial ante el Tribunal Constitucional, para recuperar sus escaños.