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Los españoles de la flotilla exigen "la expulsión" del embajador de Israel

Apenas unas decenas de personas, la mayoría periodistas y familiares, recibieron a los tres españoles que viajaban en la flotilla islamista. Entre las soflamas anti-israelíes, a cada cual más disparatada, llegaron a decir, con satisfacción propia de pacifista, que Turquía está dispuesta a la guerra con Israel.

Los españoles de la flotilla islamista –Laura Arau, Manuel Tapial y David Segarra– ya está en España. Un pequeño grupo de personas con banderas palestinas y pancartas anti-israelíes y otro, más numeroso, de periodistas les recibieron en el aeropuerto del Prat de Barcelona. Sonrientes y con buen aspecto hablaron de torturas por parte de Israel cuando fueron detenidos, pero fueron incapaces de explicar en qué consistieron. Solo Laura Arau comentó, desolada, que no les permitían tener acceso a internet.

Las intervenciones fueron lo esperado. Todo tipo de invectivas contra Israel, las mismas consignas prefabricadas de siempre. Arau dijo que era "un estado racista, cheonófobo (sic) y terrorista". Mientras, todo lo que contradiga su relato es "propaganda" sionista.

Con grandes dificultades para el manejo correcto del castellano, Manuel Tapial, el más excitado de los tres, dijo, entre otras perlas, que en Turquía hay "millones de personas dispuestas a tomar las medidas más energéticas (sic) contra Israel". Hacía así referencia a una posible guerra, con una satisfacción sorprendente en un pacifista.  

Muy en la línea de los grupos totalitarios, tan aficionados a utlizar a los niños para la causa, dijo que en el barco llevaban un libro de relatos escritos por niños españoles traducidos al árabe para que "los niños de Gaza sepan que en España hay niños que les piensan (sic)". También agradeció que "millones" de personas se movilizasen "en todo el mundo", en solidaridad con ellos.  

El único que mostró cierta capacidad para expresarse correctamente fue David Segarra, con muchas más tablas que sus camaradas. No en vano, es conocido por ser un periodista al servicio del régimen de Chávez en España. Su soflama tampoco fue muy original: Israel es terrorista, criminal, racista... Lo más destacado es que pidiese "la expulsión inmediata" del Embajador de Israel, Raphael Shultz. Pero no sólo de España, sino "de toda la UE". O del mundo mundial le faltó decir.  

Más llamativo aún fue su reivindicación de la OTAN. Todo un pacifista, anti-yanqui, anti-israelí y anti todo lo demás, como Segarra denunciaba que Israel había tacado a "Turquía, un miembro de la OTAN" y enfatizaba indignado "han atacado a la OTAN". Ver para creer. Eso sí, cuando se le preguntó si los barcos llevaban armas se negó a responder y se limitó a decir que "lo único" relevante es que Israel había asesinado diez personas y que todo lo demás era "propaganda".

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