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Los Hermanos Musulmanes se unen al proceso de cambio en Egipto

La organización fundamentalista ha aceptado incorporarse a la negociación con el vicepresidente Suleiman para buscar una salida a las revueltas.

Crisis del mundo árabe en Debates en Libertad

El audio empezará a sonar cuando acabe el anuncio

Un portavoz de la organización islámica, que está considerada la segunda fuerza de Egipto, ha asegurado que las conversaciones tendrán lugar este domingo a las 11 horas (10 horas en la España peninsular) para debatir sobre la retirada del poder del presidente, el derecho a protestar en lugares públicos y las garantías para su seguridad.

La poderosa organización Hermanos Musulmanes ha dicho también que se guardan el derecho a abandonar las conversaciones en caso de que "no vayan a ninguna parte". Las mismas se centrarán en el futuro del Estado y el Gobierno de transición.

Los Hermanos Musulmanes son una enorme organización que ansía la formación de un Estado Islámico y que nunca ha renunciado a sus preceptos fundamentalistas. Su concurso en el proceso de transición democrática mientras el régimen de Mubarak expira da un nuevo cariz al mismo.

"Hemos decidido participar en una ronda de conversaciones para comprobar la seriedad del Gobierno en su cumplimiento de las demandas de la población y su voluntad de dar respuesta a las mismas", ha dicho el portavoz.

La televisión estatal egipcia ha informado de que Suleiman comenzó los encuentros con importantes figuras de la oposición y políticos independientes este sábado para comprobar las opciones, que se centran en cómo asegurar la celebración de unas elecciones libres y justas que respeten la Constitución.

La propuesta promovida por un grupo autodenominado 'El Consejo de los Hombres Sabios' implica que Suleiman asuma poderes presidenciales durante un proceso de transición hasta la celebración de elecciones, pero los opositores señalan que esto significaría que el proceso electoral se celebraría bajo las mismas condiciones injustas que se han dado en las elecciones celebradas durante los años de Gobierno de Mubarak.

Por ello, señalan que primero se ha de conformar un nuevo Parlamento para modificar la Constitución y asegurar de esta manera que respeten el juego democrático.

La postura de EEUU

Por su parte, el vicepresidente de EEUU Joe Biden pidió a su homólogo Suleiman debía aplicar una agenda concreta de reformas con plazos bien definidos. En una conversación telefónica entre ambos, Biden preguntó acerca de la posibilidad de avanzar en el proceso de negociaciones al que ahora se ha incorporado la organización fundamentalista, insistiendo en la posibilidad de una "transición ordenada" para Egipto. El propio Obama, en sus conversaciones con dirigentes de Alemania, Reino Unido y Emiratos Árabes Unidos, señaló la necesidad de un proceso negociado, informa la Casa Blanca.

La propia secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, señaló el sábado la preocupación extrema en Washington debido a los acontecimientos en Egipto y su posible contagio a todo Oriente Medio. Clinton lo definió como una "tormenta perfecta" que, de mantenerse, podría tener consecuencias peores, tales como la "recaída en nuevos regímenes totalitarios".

ElBaradei advierte

El opositor Mohamed ElBaradei ha señalado que las protestas podrían recrudecerse en caso de que Estados Unidos apoyase al vicepresidente Suleiman, o al presidente, Hosni Mubarak, para que encabecen ese proceso. "Si eso fuera cierto sería un gran retroceso, es lo que puedo decir al respecto", ha asegurado a Reuters en una entrevista telefónica. " Caería como un jarro de agua fría en las personas que se han estado manifestado", ha agregado.  

"Escuchar que Mubarak debe quedarse y encabezar el proceso de cambio, y que este proceso debe estar liderado por su asesor militar más cercano, que no es precisamente la persona más popular en Egipto, sin compartir el poder con la población, sería muy decepcionante", ha dicho ElBaradei. Dichas referencias iban dirigidas al vicepresidente egipcio, Omar Suleiman.

Asimismo, ElBaradei ha señalado que no considera que las protestas estén perdiendo fuerza, aunque ha mostrado su preocupación por que la situación se pueda volver aún más sangrienta. "Por supuesto hay un poco de fatiga, pero hay un núcleo duro de manifestantes que no se van a rendir mientras Mubarak siga en el poder", ha valorado.

"Puede que no sea a diario, pero lo que oigo es que van a convocar elecciones para otra jornada", ha indicado. "La diferencia es que podrían volverse más violentas, y no quiero que esta una bonita y pacífica revolución se transforme en una revolución sangrienta", ha apostillado.

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