Compatriotas todos:
Un martes 20 de mayo del 1902, hacia el medio, nacía la República de Cuba. Venía precedida por la muerte, el sacrificio y la entrega de miles de cubanos, que como José Martí Pérez no pudo disfrutar de ese momento histórico.
Todos sabemos que a partir de esta fecha se sucedieron diferentes gobiernos, y cómo fueron utilizando su poder contra los ciudadanos. Muchos de ellos volvieron a luchar por el atropello de sus derechos, sublime e imprescindible esfuerzo que dio lugar, en 1940, a una adelantada y admira Constitución. El marco era propicio para el desarrollo y la prosperidad, mucho más si tenemos en cuenta que el mundo se desangraba en una terrible guerra de naciones.
Mientras la isla se convertía en un centro receptor de emigrantes en busca de oportunidades, las fuerzas del mal sin descanso, moviéndose entre mentiras y conspiraciones, permitieron a un General Asesino: Fulgencio Batista Zaldivar iniciar el camino de la traición a la República de Cuba, el 10 de marzo de 1952, mediante un golpe militar carente de legalidad; la misma senda ilegítima ratificada el 1º de enero de 1959 por otro asesino; esta vez el Comandante Fidel Castro Ruz, quien bajo el ropaje populista, aún por estos días, a través de la imagen de su hermano, mantiene sometido a nuestro pueblo a un régimen despótico, unipersonal y totalitario.
Aún en medio de esta terrible oscuridad, cientos de cubanos han aportado con su sacrificio y su sangre la luz necesaria para no perder el camino a la Libertad. Uno de ellos como recuerdo especial lo merece el ejemplar Pedro Luís Boitel. Boitel, líder universitario de vocación, que tuvo el valor de enfrentarse a la tiranía de Batista y luego a su perfección, el Castrismo, hasta ofrecer su vida el 24 de mayo de 1972, después de 53 días en huelga de hambre sin ningún tipo de atención medica. Creemos que su testimonio de entrega, hoy que recordamos un año más de constituida la República de Cuba, jamás deberíamos olvidarlo. Hacerlo sería renegar de lo esencial del ser humano.
Lamentablemente, 107 años después de nuestra proclamación de libertad nacional, hoy bajo el yugo Castro Comunista los cubanos carecemos de nuestros derechos fundamentales y de nuestra libertad. Una camarilla corrupta encabezada por los Castros denigra cada día nuestra condición de cubano.
Creemos profundamente en la necesidad de unirnos y en la participación de todos, desde la diversidad, en torno a valores básicos y comunes como:
1- La Libertad
2- Los derechos humanos y
3- El derecho de participación, sin exclusiones, en una Cuba Nueva.
Con esto queremos dejar claro que todo proyecto, líder, partido o negociación debe estar sometido a estos tres valores. Nadie tiene el derecho ni la legitimación para alzar su voz como única en nombre del pueblo cubano que lleva la mordaza Castrista hace 50 años; nadie está autorizado moral ni éticamente a utilizar la lucha por la libertad de Cuba como una vía de auto promoción política. Nadie nos tiene que dar la libertad, sea extranjero o nacional, porque es nuestra desde el nacimiento.
Y como seres libres, promocionamos y apoyamos la unidad de los cubanos. Creemos posible un encuentro entre todos a modo del “aldabonazo”, para escucharnos sin prebendas, ni privilegios.
Esperamos una nueva y libre República de Cuba
Esperamos y deseamos el reencuentro con los nuestros
Esperamos y deseamos enterrar en paz y con honra a nuestros muertos
Queremos, podemos y nos debemos a una Cuba sin los Castro.
España, 20 de mayo del 2009.