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Rabat entierra sin permiso de la familia al español asesinado en El Aaiún

Según ha confirmado su hermano a Libertad Digital, el español asesinado durante el ataque a Gdeim Izik ha sido enterrado por Marruecos sin informar a su familia. Fue sacado durante la noche de la morgue en la que lleva un mes, sepultado en el más absoluto secretismo sin respeto siquiera al rito musulmán

Según ha confirmado su hermano a Libertad Digital, el español asesinado durante el ataque a Gdeim Izik ha sido enterrado por Marruecos sin informar a su familia. Fue sacado durante la noche de la morgue en la que lleva un mes, sepultado en el más absoluto secretismo sin respeto siquiera al rito musulmán
Baby Hamday Buyema, asesinado en el desmantelamiento de Gdeim Izik

"Fueron unas cuarenta personas y se lo llevaron" cuenta Lahmed Moulud Ali, hermano de Baby Hamday Buyema, a Libertad Digital. Hace más de un mes que el cadáver de su hermano, asesinado durante el asalto al campamento de Gdeim Izik, permanecía en una morgue de El Aaiún.

La familia de Baby está destrozada. Lahmed relata que durante la noche, "unas cuarenta personas, muchos de ellos policías, y Rachid Douihi" – ex gobernador de la wilaya de la capital del Sáhara Occidental- "se llevaron el cuerpo de mi hermano"."No sabemos exactamente dónde está enterrado", se lamenta su hermano. "No hay justicia, no pueden hacer eso".

Todo el entierro ha podido llevarse a cabo gracias a que la mujer de Baby es marroquí, y apoya la postura de Rabat. Ella podría haber sido la única persona asistente a la sepultura, que "ni siquiera respetó el rito musulmán, que dice que para enterrarlo debe haber luz solar" cuentan desde la Liga Española Pro Derechos Humanos. Esta escisión dentro de la familia del difunto Baby tiñe de confusión todo el asunto.

Lo que más agrava la situación es que, además del secretismo con el que se ha procedido a su sepultura, en el mes que Baby ha estado en la morgue, aún no se le ha practicado la autopsia. "Lo enterraron como ellos quieren, para que no se sepa lo que pasó, lo que han querido es ocultar lo que hicieron". La familia considera que con este gesto, Rabat trata de dar carpetazo a cualquier tipo de investigación sobre las circunstancias de su muerte.

Lahmed, que reside en España, lleva intentando desplazarse a El Aaiún desde el pasado día 8, cuando le notificaron el asesinato de su hermano. Y confiesa a Libertad Digital que no imaginaba este desenlace: aún tenía esperanzas de poder ver a su hermano antes de su entierro, o por lo menos "que nos dejaran a los hermanos acudir", asegura. Pero nada más lejos de la realidad.

Ahora, sus sospechas son claras: cree que Marruecos le ha enterrado "deprisa y corriendo, como ellos han querido" para "ocultar lo que hicieron". Baby, según denunciaron los presentes en los disturbios, fue asesinado por un coche de Policía que le pasó varias veces por encima. Al borde de la muerte, fue socorrido por varios saharauis, momentos que quedaron filmados en un vídeo hecho público por varias asociaciones de derechos humanos.

"Y España como siempre, no hace nada"

Además, la familia de Baby afirma sentirse nuevamente traicionada por el Ejecutivo español. "No han hecho nada, no se han puesto en contacto con nosotros a pesar de que hay una investigación en curso", asegura refiriéndose a la querella que interpuso en la Audiencia nacional.

Comandada por la Liga española de Derechos humanos, se querelló contra tres ministros marroquíes y el gobernador de El Aaiún por los delitos de lesa humanidad, genocidio, asesinato, lesiones y torturas. "Nunca me han llamado", insiste Lahmed, a pesar de que la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, afirmó que se investigaría lo ocurrido con el ciudadano de origen español.

La responsable de la diplomacia española aseveró que había solicitado a Marruecos "esclarecer las circunstancias de la muerte del ciudadano español Baby Hamday Buyema" hace casi un mes. No obstante, Jiménez no quiso condenar la muerte, amparándose en "la falta de datos". "No quieren que el mundo sepa lo que han hecho", remata Lahmed.

Marruecos lo niega

Sin embargo, las autoridades de El Aaiún aseguran que el entierro se ha producido con la autorización de su familia y el respeto a los procedimientos correspondientes.

El Gobierno local confirma a Efe que el sepelio se produjo ayer noche, pero añaden que tuvo lugar  "tras las notificaciones pertinentes y la presencia de algunos familiares".

Según las mismas, algunos allegados de la víctima no solo acudieron al sepelio, sino que en declaraciones a la televisión local afirmaron también que la muerte de Hamadi, que tenía documentación española, "había sido un accidente".

La versión oficial facilitada a mediados de noviembre por el ministro del Interior marroquí, Taib Cherkaui, apuntaba que el joven, fallecido durante el desmantelamiento del campamento de protesta saharaui de Gdaim Izik, murió atropellado.

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