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Mohamed VI amenaza con no "tolerar violaciones de la marroquidad" del Sáhara

El rey Mohamed VI aseguró que Marruecos "no tolerará ninguna violación, alteración o puesta en duda de la marroquinidad" de la parte del Sahara Occidental al este del muro militar marroquí, una zona controlada militarmente por el Frente Polisario.

"Marruecos condena la falsa propaganda que se difunde cuanto se denomina zonas 'bajo control' al este de la línea defensiva, cuya naturaleza pacífica todo el mundo conoce", dijo el rey en un discurso a la nación con motivo del 35 aniversario de la Marcha Verde, que Marruecos lanzó para anexionarse el territorio.

El muro de arena, de unos 2.700 kilómetros de longitud, fue levantado en la década de los ochenta por Marruecos, que controla el norte y oeste del territorio, mientras que el Polisario domina el este, la zona fronteriza con Argelia y Mauritania.

En la alocución, de ocho minutos de duración y grabada en Midelt (centro del país), el monarca alauí lanzó duras críticas al Frente Polisario y a Argelia, a quienes acusó de ser los responsables del actual estancamiento de las negociaciones sobre la ex colonia española.

Los próximos lunes y martes, las dos partes volverán a encontrarse en una "reunión informal" bajo los auspicios de la ONU en Manhasset (EEUU), con el objetivo de regresar a la mesa de negociaciones y reanudar las conversaciones oficiales, paralizadas desde 2008.

Mohamed VI llamó a la comunidad internacional a "señalar, de modo claro y transparente, a los responsables del bloqueo del proceso de negociaciones, que no son otros sino los adversarios de Marruecos, que se obstinan en su inmovilismo, terquedad y división, en vez de sumarse a la dinámica, el diálogo y la concordia".

Marruecos propone como solución al contencioso una fórmula de autonomía para el territorio, administrado por Marruecos desde 1975, mientras que el Frente Polisario, apoyado por Argelia, reclama la celebración de un referéndum de autodeterminación que incluya la independencia entre sus alternativas.

Sin embargo, el rey no hizo alusión alguna al campamento de protesta de Gdaim Izik, a las afueras de El Aaiún (capital administrativa del Sahara Occidental), donde miles de saharauis reivindican desde hace casi un mes derechos civiles como el acceso a un trabajo o a una vivienda digna.

El discurso se siguió con atención desde Gdaim Izik, donde en las últimas horas se viven momentos de tensión después de que haya cerrado a cal y canto sus puertas mientras el comité de coordinación del campamento continúa las negociaciones con el Gobierno, que ha desplegado un gran dispositivo de seguridad alrededor.
 

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