(Libertad Digital) Con la muerte de los dos soldados españoles cerca de la localidad de Shewan, la cifra de militares caídos en territorio afgano se eleva a 85 desde que en enero de 2002 las tropas se desplegaran para cumplir con tareas de reconstrucción y pacificación, bajo mandato de la OTAN. Fue hasta cuatro años más tarde cuando los militares comenzaron a ser blanco de ataques directos.
Con las víctimas de este lunes son cuatro los soldados que han caído por fuego enemigo dirigido específicamente contra las tropas españolas: el soldado Jorge Arnaldo Hernández (de origen peruano el 8 de julio del año pasado) y la soldado Idoia Rodríguez Biján (21 de febrero pasado). Los otros dos militares aún no han sido identificados.
El 15 de abril de 2006, los soldados españoles tuvieron que enfrentar a un grupo de terroristas que atacaron la base militar de Herat. En esa ocasión no se registraron víctimas. Tres meses después, el soldado Jorge Arnaldo moría por la explosión de una mina que fue activada a distancia por un grupo de terroristas. Otros cuatro de sus compañeros resultaban heridas. En agosto, un grupo de talibanes atacó con armas automáticas un vehículo camuflado de militares españoles y otro convoy sufrió un atentado. En ninguno de los dos casos hubo heridos.
El 21 de septiembre del mismo año, un soldado resultó herido leve después de que un grupo de militares españoles fueran tiroteados por cuatro individuos en un control de la Policía. Cuatro días después, expertos artificieros españoles desactivaban un artefacto explosivo colocado en el aeródromo de Qala-i-Naw, bajo jurisdicción española.
A inicio de 2007, varios terroristas atacaron un helicóptero de las tropas españolas sin que se registraran daños o heridos. Poco después, el 21 de febrero, el contingente sufría su segundo ataque directo. La soldado Idoia Rodríguez Buján moría por la explosión de una mina al paso del convoy en el que viajaba. Dos de sus compañeros resultaban heridos.
El 15 de marzo, las tropas eran blanco de una explosión sin daños humanos que lamentar al igual que el lanzamiento de dos proyectiles contra la base de Herat. En julio pasado, un grupo de soldados fueron atacados por terroristas con armas ligeras. El último ataque ocurrió el 10 de agosto, cuando una patrulla compuesta por cuarenta soldados afganos y 37 españoles fue atacada con armas ligeras y granadas. Fallecieron tres soldados afganos.
En total, el contingente español ha tenido que lamentar la muerte de 85 soldados desde el comienzo de la misión, la mayoría por accidentes. En mayo de 2003, un avión Yakovlev-42 en mayo de 2003, en el que perdieron la vida 62 militares. Otros diecisiete fallecieron en agosto de 2005 en Herat al estrellarse el helicóptero en el que viajaban. Además, han fallecido un médico militar por un infarto, un sargento tras volcar el vehículo en el que viajaba.
Con información de EFE, Europa Pres y COPE