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Olmert condiciona los cambios en Cisjordania a que Mazen combata a los terroristas

Después de la muerte de dos soldados israelíes a manos de terroristas vinculados a Al Fatah, el primer ministro israelí Ehud Olmert afirmó hoy que "el Estado de Israel se abstendrá de hacer cambios en el terreno", léase Cisjordania ocupada, si el presidente palestino Abú Mazen no toma las "medidas necesarias contra los terroristas". La ANP ayer anunció el desarme del grupo terrorista de carácter nacionalista las Brigadas de los Mártires de Al Aksa, aunque supuestos portavoces de la organización negaron la noticia.

Después de la muerte de dos soldados israelíes a manos de terroristas vinculados a Al Fatah, el primer ministro israelí Ehud Olmert afirmó hoy que "el Estado de Israel se abstendrá de hacer cambios en el terreno", léase Cisjordania ocupada, si el presidente palestino Abú Mazen no toma las "medidas necesarias contra los terroristas". La ANP ayer anunció el desarme del grupo terrorista de carácter nacionalista las Brigadas de los Mártires de Al Aksa, aunque supuestos portavoces de la organización negaron la noticia.
L D (EFE) Olmert hizo sus declaraciones en presencia de los medios de comunicación al comenzar la habitual reunión del Gabinete Nacional en la sede jerosolimitana del Poder Ejecutivo.
 
La referencia del primer ministro se debió a la muerte de dos israelíes, David Ruben, de 21 años, y Ajikam Amijai, de 20, en un ataque de terroristas palestinos en un valle vecino a la ciudad cisjordana de Hebrón y del asentamiento judío de Kiriat Arba, donde residían.
 
El ataque se produjo el viernes pasado, cuando ambos, soldados que estaban de licencia y vestidos de civiles aunque armados, paseaban en esa zona; antes de ser abatidos, mataron a dos de los atacantes, cuya acción fue reivindicada por la Yihad Islámica y una milicia afiliada a Al Fatah.
 
"No asumiremos ningún compromiso sobre asuntos de seguridad, y (nuestra exigencias) seguirán siendo parte integral de cualquier negociación con la ANP", aseguró Olmert a ministros que no ocultan reservas acerca de la reanudación de las conversaciones de paz.
 
El ministro de Industria y Comercio, Eli Yishai, líder del Partido ortodoxo Shas, llamó al jefe del Gobierno a cesar las negociaciones con Abás, cuyo primer ministro, Salam Fayad, expresó ayer sus condolencias al presidente israelí Simón Peres, y prometió en la ciudad cisjordana de Naplusa que los organismos de seguridad palestinos acabarán con las milicias que operan en Cisjordania.
 
Los negociadores palestinos, encabezados por el ex primer ministro Ahmed Qurea (Abu Alá), exigen a sus pares de Israel levantar las barreras de control militar en Cisjordania y las restricciones a que se halla sometida la población, entre otros cambios, a fin de alentar el proceso de paz, reanudado este mes tras la Conferencia de Annapolis, celebrada el pasado 27 de noviembre en Estados Unidos.
 
El próximo 9 de enero tiene previsto llegar en visita oficial a Israel y a la ANP el presidente de EEUU, George W. Bush, que auspició esa reunión y a quien las partes facultaron para supervisarlo.
 
"Israel no hará cambios sobre el terreno a fin de no quedar expuesto a peligros para sus ciudadanos si la ANP no adopta medidas contra las organizaciones terroristas", dijo Olmert.
 
Las autoridades militares israelíes han permitido desde noviembre pasado a organismos policiales de la ANP operar con sus efectivos uniformados y armados en la ciudad de Naplusa, en Tulkarem y, desde la reciente Navidad, en Belén.
 
Asimismo, esta semana se informó de que las autoridades israelíes autorizaron a las fuerzas de seguridad palestinas la adquisición de 50 carros blindados, aunque sin sus ametralladoras, para imponer el orden y la ley en Cisjordania, así como para implementar un decreto de Abás que exige desarmarse a las milicias de la resistencia.
 
El ministro palestino del Interior, Abdel Razek al Yehia, anunció ayer el desmantelamiento del principal grupo terrorista de carácter nacionalista, las Brigadas de los Mártires de Al Aksa, uno de cuyos principales jefes, Zakaria Zbeidi, depuso sus armas hace unos meses en virtud de aquel decreto.
 
No obstante, supuestos portavoces de las "Brigadas" -que se adjudicaron junto con la Yihad Islámica la muerte de los dos israelíes cerca de Hebrón- desmintieron de inmediato el anuncio de Razek al Yehie. "Estamos aquí y nunca entregaremos las armas. Continuaremos siendo los pioneros de la lucha para devolver la dignidad y la libertad a nuestro pueblo", replicaron los "brigadistas".

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