L D (EFE) El caso del Banco Leumí fue denunciado hace dos meses por el supervisor de Instituciones Pública del Estado, Mija Lindenstrauss, quien en un informe sobre la privatización del banco aludió a irregularidades en las relaciones entre el entonces ministro de Finanzas en funciones, y ahora jefe del gobierno, y los compradores, a los que le unía una amistad personal.
Lindenstrauss detectó, al menos, un serio conflicto de intereses, y entregó los resultados de su investigación al fiscal general del Estado, Menahem Mazuz, para que indague en el asunto. Las sospechas de las que será investigado el primer ministro se centran en la pregunta de si hubo o no soborno en la privatización de la entidad financiera en 2005.
Los fiscales consideran que Olmert benefició a sus amigos en el concurso, en detrimento del los otros competidores, pero para llevarlo a juicio deberán demostrar que la relación produjo algún beneficio material al actual jefe del gobierno.
Lindenstrauss detectó, al menos, un serio conflicto de intereses, y entregó los resultados de su investigación al fiscal general del Estado, Menahem Mazuz, para que indague en el asunto. Las sospechas de las que será investigado el primer ministro se centran en la pregunta de si hubo o no soborno en la privatización de la entidad financiera en 2005.
Los fiscales consideran que Olmert benefició a sus amigos en el concurso, en detrimento del los otros competidores, pero para llevarlo a juicio deberán demostrar que la relación produjo algún beneficio material al actual jefe del gobierno.