Este martes, Piñera afirmó que era el momento para que Chile comience la etapa de recuperación tras el devastador terremoto del sábado 27 de febrero que ha dejado cientos de fallecidos y buena parte de los inmuebles e infraestructuras de la zona centro del país inutilizadas. Bloomberg y Business Week han valorado las pérdidas económicas entre los 15.000 y 30.000 millones de dólares. Ésta última cifra es la que también ha estimado Peter Hill, presidente de la Cámara de Comercio de Santiago.
El presidente electo dijo que "llegó el momento de no olvidar a nuestros muertos, nuestras víctimas y nuestros desaparecidos, pero si a secar las lágrimas y a empezar con toda la fuerza del mundo el proceso de enfrentar la emergencia". Además agregó que "si antes no teníamos un minuto que perder, hoy día no tenemos un segundo que perder. Nuestro país ha demostrado siempre una capacidad inquebrantable de volver a ponerse de pie y estoy seguro de que Chile va a salir fortalecido".
Según algunos expertos, hará falta varios años para que Chile retome la normalidad que tenía antes del violento seísmo. Esas pérdidas que algunos han estimado podrían comprometer entre tres y cuatro años de crecimiento. Por eso, algunos señalan incluso que Piñera tendrá que cambiar radicalmente sus prioridades para recuperar al país, algo que ocupará gran parte de su próxima presidencia que comienza este jueves.
Chávez no estará en el acto
Para la investidura presidencial han llegado a Santiago de Chile siete presidentes, el Príncipe de Asturias, ministros y embajadores de países de todo el mundo. El principal ausente será Hugo Chávez, que posiblemente ha declinado viajar por el escaso protagonismo que podría tener en una cita tan importante y que se ha visto empañada por el terremoto. En el mes de enero, el venezolano y Piñera tuvieron ya su primer problema cuando éste último cuestionó la democracia en Venezuela. La repuesta de Chávez no se hizo esperar: "No se meta con nosotros".
Eso sí, estará presente Evo Morales y el presidente Alan García de Perú, país con el que Chile mantiene una "discrepancia" marítima que ha llegado ya a manos de la Corte Internacional de La Haya. Sin embargo, la tensión entre ambas naciones se ha calmado sobre todo tras el viaje del mandatario peruano a tierras chilenas para reunirse con Bachellet y llevar el material médico de ayuda para las víctimas.