LD (EFE) En una entrevista concedida con el periódico británico The Independent, el presidente de Georgia, Mijail Saakashvili afirma, en referencia a su conflicto con Rusia, que su país "es el terreno de batalla de una nueva guerra mundial". Asegura que las autoridades rusas son arrogantes en lo que a materia de relaciones internacionales se refiere, "porque creen que el dinero da poder. Debería haber algún portero que les dijese cómo hay que comportarse".
Según el periódico, no hay duda alguna de que Saakashvili quiere que la OTAN y la Unión Europea, en cuya órbita pretende integrar a Georgia para irritación de Moscú, sean ese portero. El presidente georgiano se queja de que "Rusia intenta dar marcha atrás y anular todo lo conseguido en Europa desde 1991, y Europa Occidental duda sobre cómo responder".
Saashkivili se describe como la víctima de un matón de barrio, pero desde las manifestaciones de noviembre, cuando la policía reprimió las protestas ciudadanas en Tiflis a base de gases lacrimógenos, ya no es el favorito de Occidente que era nada más llegar al poder. Insiste en que las manifestaciones fueron la consecuencia inevitable de sus intentos de reformar Georgia para que deje de ser un paraíso para los bandidos y se convierta en un lugar donde la gente paga los impuestos y cumple la ley.