L D (EFE) En su primera entrevista a la cadena TF1 tras su victoria en las presidenciales del 6 de mayo, Nicolás Sarkozy dedicó prácticamente toda su intervención a la política interior de Francia. Subrayó que mide el "peso que tiene sobre las espaldas" y dijo que intentará hacerlo "lo mejor posible" y actuar siempre en pos del "interés general".
Con todo, el presidente frances aseguró que el castigo en las urnas no le impedirá llevar a cabo una de sus más polémicas medidas y la razón, según los expertos, de su retroceso electoral: el "IVA social". Más concretamente, dijo no renunciar a "experimentar" en torno a este nuevo canon.
En concreto sobre los resultados en las urnas, peores de lo esperado, Sarkozy estimó que los franceses fueron "sabios". Por eso, según su lectura, decidieron con sus votos llevar a la cámara de diputados una "oposición que pueda existir" y contribuir así "al debate democrático".
En cualquier caso, "si hay un responsable, soy yo", afirmó Sarkozy para eximir de la culpa de ese pequeño revés electoral al ex ministro de Economía y ahora "número dos" del Gobierno y titular de Ecología, Jean-Louis Borloo, quien dio a los socialistas el argumento final de campaña al confirmar que iban a subir el IVA.
Explicó que ha encargado a dos miembros del Gobierno de François Fillon que elaboren un informe sobre el llamado "IVA social", que consiste en aumentar el impuesto sobre el valor añadido a las importaciones y rebajar las cotizaciones sociales para abaratar los costes laborales y evitar las deslocalizaciones.
Y si la conclusión es que no supondrá un aumento de los precios se "experimentará" primero en un sector de la economía aún por determinar. En este punto, Sarkozy arremetió contra el Partido Socialista (PS) y la que fue su rival en las Presidenciales, Ségolène Royal, por criticar esa medida: "No se puede seguir sentado sobre la parte más confortable de su anatomía y ver pasar los trenes (...) Yo he sido elegido para actuar y encontrar soluciones".
Confirmó también que el Gobierno trasmitirá mañana a los agentes sociales el borrador de su proyecto de ley sobre los servicios mínimos en los transportes públicos. Precisó que el texto propone cinco puntos: la obligatoriedad para las empresas de transportes de elaborar un plan de servicios mínimos los días de huelga y para los trabajadores de declarar su decisión de hacer huelga dos días antes y los asalariados que trabajen podrán ser desplazados a una línea que no sea la suya si hace falta.
El texto se completa con las propuestas de que los días de huelga no serán remunerados y tras ocho días de conflicto se celebrará una consulta secreta para determinar si la mayoría está o no a favor de continuar con la protesta para evitar los "piquetes".
Respecto a la reforma de las universidades, Sarkozy dijo que quiere darles más autonomía y situarlos al mismo nivel que "las mejores del mundo", aunque señaló que el nuevo sistema será voluntario. Por último, anunció que convocará un congreso constitucional antes de finales de año para reformar las instituciones y "construir una República irreprochable".