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Somalia, al borde del desastre humanitario por el acoso de los grupos terroristas

Dos organizaciones no gubernamentales de ayuda humanitaria, CARE e "International Medical Corps", han anunciado que suspenden sus actividades en el centro y sur de Somalia ante el grave deterioro de la situación. Su personal, aseguran, están amenazados de muerte por parte de los grupos terroristas islámicos que acosan a la población. La distribución de alimentos y proyectos de saneamiento de agua que pararán, afectarán a más de un millón de personas.

Dos organizaciones no gubernamentales de ayuda humanitaria, CARE e "International Medical Corps", han anunciado que suspenden sus actividades en el centro y sur de Somalia ante el grave deterioro de la situación. Su personal, aseguran, están amenazados de muerte por parte de los grupos terroristas islámicos que acosan a la población. La distribución de alimentos y proyectos de saneamiento de agua que pararán, afectarán a más de un millón de personas.
LD (EFE) Fuentes de las Naciones Unidas han advertido que la situación humanitaria en Somalia se sigue deteriorando gravemente y el espacio para el trabajo que realizan en ese país del "Cuerno de África" las organizaciones no gubernamentales se ha reducido drásticamente por la falta de seguridad.
 
De hecho, dos organizaciones de ayuda humanitaria, CARE e "International Medical Corps", han debido suspender sus actividades esta semana en el centro y el sur de Somalia debido a la escasa seguridad y amenazas contra su personal por parte de grupos terroristas de corte islámico.
 
La portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la ayuda humanitaria (OCHA), Elizabeth Byrs, dijo que "sólo la suspensión de las actividades de CARE, entre ellas la distribución de alimentos, y proyectos de saneamiento y agua, afectarán a al menos un millón de personas que se beneficiaban". Subrayó que "en estos momentos, 3,2 millones de somalíes, o el 43 por ciento de la población, necesitan ayuda urgente".
 
En la última semana, las organizaciones de ayuda han sido víctimas de diversos incidentes de violencia . Dos miembros del personal de la ONU resultaron heridos en Marka por una explosión que afectó a su vehículo, y en la que murió su chofer. En el pueblo de Belet Weyne, por otra parte, fue asesinado un anciano notable que trabajaba para una ONG. Un total de veintitrés trabajadores humanitarios han sido secuestrados desde enero, doce de los cuales siguen cautivos, entre ellos dos sanitarios capturados el 22 de septiembre.

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