TEPCO, la operadora de la planta Fukushima Daiichi, desató el pánico en Japón cuando anunció un nivel de radiactividad en la central de 10 millones superior al normal. Después, la operadora informó de que había cometido un error: en lugar de 10 millones, el nivel de radiactividad en la planta era de 100 mil.
La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón pidió a TEPCO que revise su sistema de mediciones. Primero, la operadora de Fukushima Daiichi anunció que la concentración radiactiva en parte del agua que anega los subterráneos del reactor 2 era similar a la de Chernobil. Según TEPCO, esta altísima concentración se habría filtrado en el mar. De ahí, los niveles de radiación en mar abierto: dos mil veces lo normal.
Poco después, la empresa hizo otro anuncio urgente en el que rectificaba ese nivel de 10 millones por encima de lo normal a 100 mil veces. TEPCO se disculpaba por el pánico y la confusión generados.
Las autoridades de TEPCO reconocieron que ese nivel de radiactividad superior a 100 mil en el agua del reactor 2, hace imposible su drenaje por temor a nuevas quemaduras e intoxicaciones. La empresa, además, anunció que ya ha comenzado el drenaje del reactor 1.
TEPCO pidió a centros de investigación independientes que investiguen si las sustancias radiactivas que salen de Fukushima contienen plutonio, ya que la empresa no lo ha logrado detectar. El reactor 3 de la planta utiliza un combustible, MOX, que mezcla uranio y plutonio, altamente tóxico. Según la agencia Reuters, se habrían encontrado restos de esta sustancia en el suelo, en una zona próxima al reactor.
La situación "sigue siendo muy grave"
Por otro lado, el director general del OIEA, Yukiya Amano, anunció la convocatoria de una conferencia internacional al máximo nivel sobre seguridad nuclear, que se celebrará a finales de junio en Viena, con motivo de la actual crisis nuclear de Japón. La reunión tendrá un carácter político, ya que, dijo, este asunto es tan grave que no puede ser tratado "sólo por expertos y técnicos".
Por otra parte, Amano manifestó que la situación en la central sigue siendo "muy grave", y que la crisis "todavía no se ha superado". "Estamos muy lejos de poder relajarnos", aseveró el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), sin entrar en detalles técnicos sobre el estado actual de la situación en la planta. Según Amano, el principal objetivo debe ser ahora "superar la crisis" y "planear para más adelante".