L D (EFE) Clarkson, una de las estrellas mejor pagadas de la BBC, hizo el comentario en Sydney durante la presentación de la versión australiana de su popular programa, "Top Gear", dedicado al mundo del motor.
El presentador comparó a Brown, de origen escocés y sin visión en un ojo por un accidente que tuvo de joven jugando al rugby, con el primer ministro australiano, Kevon Rudd, después de que éste se dirigiera a la nación con un mensaje sobre la crisis económica.
"Él (Rudd) parecía realmente aterrorizado", comentó Clarkson, para referirse después al jefe del Gobierno británico. "(En el Reino Unido) nosotros tenemos a este idiota escocés tuerto. Él sigue diciéndonos que todo va bien y que ha salvado al mundo, y nosotros sabemos que está mintiendo, pero nos lo dice con zalamería", señaló la estrella de la BBC.
Las palabras de Clarkson, quien cuenta con legiones tanto de admiradores como de detractores en Gran Bretaña, no cayeron en saco roto y provocaron en el Reino Unido un sonado revuelo.
La directora del Instituto Nacional de las Personas Ciegas, Lesley-Anne Alexander, consideró el comentario una ofensa y subrayó que "cualquier sugerencia que equipare la discapacidad con la incompetencia es completamente inaceptable".
Asimismo, el diputado del gubernamental Partido Laborista Gordon Banks tildó el caso de "imperdonable", mientras el líder de los laboristas en Escocia, Iain Gray, criticó al atrevido presentador al afirmar que su frase "habla por sí misma". "La mayoría de la gente aquí –agregó Gray– está orgullosa de que el Primer Ministro sea escocés y cree que es la persona adecuada para sacar al Reino Unido de esta crisis económica global".
Un portavoz del ministro principal de Escocia, el nacionalista Alex Salmond, fue aún más lejos y calificó a Clarkson de "payaso". Ante la avalancha de reprobaciones, Jeremy Clarkson pidió perdón y evitó, de paso, una posible amonestación por parte de la BBC. "En un momento de enojo, hice un comentario sobre la apariencia personal del Primer Ministro por la que, tras una reflexión, me disculpo", dijo Clarkson.
Desde el número 10 de Downing Street, residencia oficial del jefe del Gobierno británico, un portavoz no quiso avivar la controversia y se limitó a declarar que el presentador "tiene derecho a su propia interpretación de las circunstancias económicas". La BBC no gana para críticas últimamente, ya que este misma semana la cadena decidió expulsar a Carol Thatcher, hija de la ex primera ministra Margaret Thatcher, del programa televisivo en el que colaboraba tras hacer un comentario racista.