L D (Agencias) La puerta de hierro de acceso al edificio que alberga el liceo español “Cervantes” de Roma ha quedado totalmente destrozada después de que estallara una bomba de mediana potencia. La explosión se registró a las 4.30 hora local y afectó a una escalera. La onda expansiva acabó con todos los cristales del inmueble y varios vehículos aparcados en la zona. El artefacto utilizado estaba compuesto por una cantidad de entre 300 y 500 gramos de explosivo de alto potencial, informó la Policía italiana. El explosivo estaba colocado en un contenedor metálico de forma cilíndrica y al parecer tenía un temporizador, según el examen realizado por los artificieros y agentes de la policía científica (RIS).
El colegio se encuentra situado en la Via de San Pancrazio, en el barrio romano del Trastevere. Allí acuden diariamente unos 300 jóvenes de 3 a 17 años. Fuentes del liceo explicaron que los exámenes de selectividad programados para este martes se realizarán en otro edificio. Los alumnos de primaria emprendieron una excursión de un día fuera de la escuela que ya estaba programada y que la dirección del centro decidió mantener. La secretaria del Liceo Cervantes explicó que los daños producidos en el colegio podrían ser subsanados en un par de días y confió en que el centro pueda abrir sus puertas el próximo viernes, en el último día del curso escolar, para proceder a la entrega de notas y la despedida de alumnos.
La Policía italiana investiga la autoría de los hechos, sin descartar ninguna hipótesis, y recuerda los antecedentes de otros artefactos explosivos colocados contra objetivos españoles en Italia. Los agentes consideran que por la intensidad del explosivo, la acción "es un acto demostrativo contra intereses españoles. Por su parte, el director del Liceo español, José María Jiménez, ha calificado la explosión de “acto terrorista sin sentido”. El funcionario mencionó que contra la escuela no existía ninguna amenaza y que lo ocurrido “no puede ser sino un hecho terrorista y en este momento se me pasa por la cabeza ETA”.
El colegio se encuentra situado en la Via de San Pancrazio, en el barrio romano del Trastevere. Allí acuden diariamente unos 300 jóvenes de 3 a 17 años. Fuentes del liceo explicaron que los exámenes de selectividad programados para este martes se realizarán en otro edificio. Los alumnos de primaria emprendieron una excursión de un día fuera de la escuela que ya estaba programada y que la dirección del centro decidió mantener. La secretaria del Liceo Cervantes explicó que los daños producidos en el colegio podrían ser subsanados en un par de días y confió en que el centro pueda abrir sus puertas el próximo viernes, en el último día del curso escolar, para proceder a la entrega de notas y la despedida de alumnos.
La Policía italiana investiga la autoría de los hechos, sin descartar ninguna hipótesis, y recuerda los antecedentes de otros artefactos explosivos colocados contra objetivos españoles en Italia. Los agentes consideran que por la intensidad del explosivo, la acción "es un acto demostrativo contra intereses españoles. Por su parte, el director del Liceo español, José María Jiménez, ha calificado la explosión de “acto terrorista sin sentido”. El funcionario mencionó que contra la escuela no existía ninguna amenaza y que lo ocurrido “no puede ser sino un hecho terrorista y en este momento se me pasa por la cabeza ETA”.