L D (Agencias) El Plan Colombia, que expira en 2005, será el asunto central de la visita de Uribe, que se prolongará por espacio de cuatro días y será recibido el martes en la Casa Blanca por el presidente de EEUU, George W. Bush, que considera al mandatario colombiano como uno de sus principales aliados en América.
Fuentes estadounidenses manifestaron que ambos gobernantes abordarán también cuestiones comerciales, dado el interés del Gobierno de Bogotá por negociar un tratado de libre comercio como los firmados por EEUU con Chile, Centroamérica y la República Dominicana.
Tras reunirse con Bush, Uribe lo hará con el secretario de Comercio, Donald Evans, y con el representante de Comercio Exterior, Robert Zoellick, para sentar las bases de una futura negociación.
La primera cita en la agenda del mandatario colombiano será una entrevista en la tarde del lunes con el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, cuyo aval será clave para que se renueve el paquete de ayuda militar destinado a combatir el narcotráfico.
"Bush está deseando hablar con Uribe", dice la Casa Blanca
Bush "está deseando hablar con el presidente Uribe de las muchas vías abiertas para poder trabajar juntos y fortalecer nuestra alianza", ha declarado Trent Duffy, portavoz de la Casa Blanca.
Estamos colaborando estrechamente para "alcanzar nuestros objetivos comunes con respecto a la seguridad, el comercio y la justicia", añadió Duffy, en vísperas de la tercera entrevista que Bush y Uribe mantendrán en menos de dos años.
"Como estrechos aliados en la guerra contra el terrorismo, los dos líderes también revisarán los esfuerzos para derrotar los grupos narcoterroristas internacionales en las Américas", agregó el portavoz de la Casa Blanca.
El gobierno de Bush ha encontrado en Colombia su colaborador más cercano en el sur de América. Es el único país de la región que se sumó a la llamada "coalición de voluntarios" en la guerra de Irak.
Colombia, tercer perceptor de ayuda de EEUU, tras Israel y Egipto
Reflejo de ese grado de cooperación es que Estados Unidos ha dado más de 2.500 millones de dólares a Colombia desde el año 2000 para financiar los esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico y las guerrillas terroristas, que siguen controlando amplias zonas del país.
El Plan Colombia, que tiene un presupuesto total de 7.500 millones de dólares, ha convertido al país suramericano en el tercer receptor de ayuda norteamericana, después de Israel y Egipto.
La iniciativa, que se adoptó en un principio por espacio de cinco años, pretendía eliminar el narcotráfico; más tarde se extendió a la lucha contra el terrorismo, al constatar que los grupos terroristas se financian con el dinero de las drogas.
Éxito en la lucha contra el narcoterrorismo de las FARC y el ELN
Washington cree que el esfuerzo liderado por Uribe está dando sus frutos y que se han reducido significativamente los cultivos de coca, así como el territorio controlado por los dos principales grupos terroristas, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
También las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) están ligadas al narcoterrorismo, pero EEUU considera que el problema está en vías de solución, después del acuerdo que ha alcanzado Uribe con varios de sus cabecillas para desmovilizar a 10.000 integrantes de aquéllas en dos años.
En su último Informe sobre la Estrategia para el Control Internacional de Narcóticos, difundido el pasado 1 de marzo, el Departamento de Estado destacó los importantes avances logrados en fumigación de cultivos ilícitos, destrucción de laboratorios de drogas y confiscación de bienes procedentes del narcotráfico.
Washington también destacó que la reciente reanudación del programa de interceptación aérea ha dado buenos resultados, con la destrucción en 2003 de cuatro aviones, la captura de otros tres y la confiscación de más de cinco toneladas de cocaína.
Uribe, que viaja acompañado por la ministra de Exteriores, Carolina Barco, también explicará al Gobierno y al Congreso de EEUU los resultados de su política de "seguridad democrática", muy criticada por algunas organizaciones pro derechos humanos.