El Tribunal de Cuentas, después de investigar si hubo alguna responsabilidad contable en las gestiones para su concesión, no ha detectado irregularidad alguna en la concesión de un contrato a la empresa Piper Rudnick en el año 2003 para que Aznar optase a la concesión de la medalla.
Tal y como publica El Mundo, la investigación se inició el mes de febrero del año pasado tras la denuncia que la asociación Preeminencia para el Derecho presentó por estimar la existencia de desvíos de dinero para promocionar la concesión de la medalla, una distinción que finalmente no fue adjudicada.
La asociación estimaba que podía existir desviación de poder o fraude de ley en la gestión de un contrato que se suscribió en 2003 con la empresa norteamericana Piper Rudnick por valor de 2,3 millones de dólares para la concesión de la medalla.
Según el Acta de liquidación provisional redactada por el delegado instructor, Roberto Gámir, no se dan los requisitos dejados en la ley de funcionamiento para generar responsabilidad contable.
Igualmente, antes de que se suscribiera el contrato, dice el diario, diveros congresistas estadounidenses habían iniciado gestiones para la concesión de la medalla, de tal manera que "su contemplación en el contrato suponía una continuación de gestiones anteriores".
Además, las gestiones para la medalla suponen "una ínfima parte" del montante total del contrato suscrito con la empresa, señala el texto. "En consecuencia, no se dan los elementos configuradores para producir responsabilidad contable directa ni subsidiaria".