Un día más, Castilla-La Mancha ganó al resto de comunidades autónomas en protagonismo electoral. Sin embargo, en este octavo día de campaña, de lo que más se habló fue de una amistad política sin duda desconocida, y que ha centrado todos los corrillos: "Yo ficharía a Julio Anguita", contestó María Dolores de Cospedal sobre a quién le gustaría tener a su lado que no fuera del Partido Popular.
La pregunta se la hacía el diario ABC, pero en poco tiempo se convirtió en el tema de debate de la caravana popular, en el que se repartían hipótesis: "Tal vez Anguita vaya a ser un consejero independiente...", apuntaba un popular en tono irónico, alimentando la comidilla.
Oficialmente, el PP no le dio importancia alguna a un comentario "en plan broma", en voz de un asesor. Y es que el horno no está para bollos en la región, donde los candidatos aprietan sus agendas hasta el límite a fin de pedir el voto para los comicios del 22 de mayo.
Cospedal, un día más, volvió a patearse Guadalajara, la provincia clave de donde depende el escaño de la victoria. Y, como no, centró en la situación económica todas sus energías: "Somos los del milagro español, que en ocho años creamos cinco millones de empleos", enfatizó en el pequeño municipio del Casar.
Por el contrario, mentó los últimos datos aportados por el FMI y la Unión Europea para hablar de una "generación de españoles perdida". Aportó un dato demoledor: “En Castilla-La Mancha uno de cada dos jóvenes está en paro”. Frente a ello, prometió “ideas claras, proyecto y programa” frente a un José María Barreda que ha dejado las arcas "tiritando".