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Camps "aguantará, aguantará y aguantará" aunque Rajoy ya planee su caída

Génova asegura que Camps, una vez gane el 22-M, se retirará forzado por Rajoy. Su círculo lo niega, salvo condena. Ricardo Costa será consejero.

Génova asegura que Camps, una vez gane el 22-M, se retirará forzado por Rajoy. Su círculo lo niega, salvo condena. Ricardo Costa será consejero.

Hay que estar entre los suyos, departiendo con quienes conforman ese cinturón que rodea a Francisco Camps, para saber lo que él realmente piensa. Para sacudirse las teorías provenientes de Madrid -y, en concreto, de la sede nacional del PP- sobre su futuro.

 

Unas teorías, en voz de miembros de la plana mayor, que auguran que el candidato a la reelección en la Comunidad Valenciana no llegará a las elecciones generales como presidente de la Generalidad. Que Mariano Rajoy le forzará a dejar el cargo si se sienta en el banquillo de los acusados, lo cual ocurrirá previsiblemente tras los comicios del 22 de mayo. Que el líder del PP aplicará la doctrina “dí que te vas tú por el bien del partido” y “ya después apañamos algo”.

 

Sin embargo, en la ciudad del Turia, entre los pesos pesados del PPCV que compañan a Camps en las listas, la percepción es diametralmente opuesta: “Aguantará, aguantará y aguantará”, aseguran fuentes solventes. Y aún más: “Aunque Rajoy le diga que se vaya”, extremo éste que no creen que se vaya a producir porque “nunca se ha atrevido”. “Y si se lo dice Cospedal, pues le dirá que no y punto”, dicen crecidos, habida cuenta de que las encuestas soplan a su favor.

 

Entre quienes cortan el bacalao tanto en la Generalidad como en la calle Quart -sede de los populares valencianos- sólo abren un paréntesis a la teoría de la continuidad: que le declaren culpable en el denominado caso de los trajes o en sucesivas vías judiciales motivadas por la financiación ilegal. “Eso ya es otra cosa”, pero ahora no se contempla. Es más, “si le exculpan, Camps podrá salir ante la opinión pública diciendo que ha sido objeto de una persecución”.

 

Por eso -dicen- Génova maniobra para que caiga antes, pero desde ese círculo campista ya se pone en aviso: “No se moverá”, y eso a pesar de que da claras muestras de cansancio fruto de más de dos años de caso Gürtel en las portadas. Esa maraña de corruptelas y favores indebidos “mancha” pero “no para hacerle caer”, insisten las fuentes consultadas.

 

Es por ello por lo que el candidato a la Generalidad ya piensa en su nuevo Gobierno, que será un calco del anterior porque, arguye de puertas para adentro, “aquí hay que hacer como si nunca haya pasado nada”. Eso sí, en su día prometió una cartera al que, en su día, dio la cara por él y ante el que recayó todo el peso de la censura de la dirección nacional: Ricardo Costa, actual responsable del Área Económica del grupo parlamentario y que, en los momentos más dramáticos, perdió incluso su carnet de militante.


“Serás consejero”, le vino a decir en no pocas ocasiones. Lo que el ex secretario general del PPCV no quiere es hacer ninguna maniobra al margen de Génova. Lo rehuye desde su encontronazo con María Dolores de Cospedal. De ahí que, en la confección de las listas manchadas, desde las más altas instancias de Madrid le dijeran que no tenía de qué preocuparse porque su actitud había sido “ejemplar”.

 

Así pues, partiendo de la base -irrefutable- de que Camps quiere aguantar, sus posibles sustitutos apenas se mueven, más allá de para mantener contactos discretos y recibir alientos de los estrategas de Madrid que quieren una renovación de las siglas en la Comunidad. En liza, en primer término, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, al que une a Rajoy una estrecha amistad. Pero también Alfonso Rus -diputado autonómico tras el 22-M- y el mitad madrileño mitad valenciano Esteban González Pons.

 

“Si el Rey muere, habrá movimiento. A Rey vivo, todo el mundo en silencio”, dice gráfico un miembro de la dirección regional. Y el Rey Camps, dice en modo amenaza, no tiene visos de de abdicar. Pero, ¿y si Rajoy mueve ficha? “Eso dicen en Madrid, pero lo llevan diciendo años y a Camps solo le dice que es su amigo”, sostienen.

 

Y lo cierto es que, ante un coso taurino entregado, el jefe de la oposición no dio signos de desgaste en su amor político con Camps: “Paco eres un gran presidente”, le dijo, ante un público entregado; más de 20.000, según fuentes de la organización. Es verdad que no se extendió mucho más en los elogios, pero igual de cierto es que al candidato popular le bastó para echar el resto y augurar un gran futuro de tú a tú con un Rajoy ya en La Moncloa; de presidente a presidente.

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