Los cerca de 400 indignados que se encontraban en la plaza se sentaron en medio de la plaza y se negaron a abandonar el lugar. Más de medio centenar de furgonetas y decenas de agentes de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana se han apostado en la plaza Cataluña y sus inmediaciones, y han formado un cordón que ha aislado a los acampados en el centro de la plaza y que impide a nadie entrar en el área para sumarse a ellos, según ha podido comprobar Efe.
Hay 121 heridos, que han sido atendidos por las ambulancias del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), entre ellos un mosso d'Esquadra, y uno ha sido trasladado al Hospital Clínic de Barcelona. Y es que los agentes han recibido botellazos y pedradas de los indignados.
Los Mossos d'Esquadra han cargado con porras contra un grupo de personas en la plaza Cataluña de Barcelona que intentaba impedir que los camiones de limpieza cargados con pertenencias de los acampados salieran del lugar.
Después de que los Mossos se desplegaran por la plaza para facilitar que las brigadas municipales limpiaran la zona y retiraran aquellos objetos que pudieran comportar un peligro para la seguridad, esta mañana han empezado a acudir a la plaza numerosos simpatizantes del movimientos de protesta, que han intentado cerrar todas las salidas de la plaza, según pudo comprobar Efe.
Algunos de los jóvenes concentrados han pinchado ruedas de los camiones de limpieza para impedir que abandonaran la plaza con los hornillos, mesas, sillas y demás utensilios y objetos que han ido acumulando los indignados durante estos días de protesta, momento en que los Mossos han cargado contra ellos para facilitar la salida de los camiones.
Posteriormente, los Mossos han cargado también contra un grupo de apoyo a los acampados que se ha sentado en la confluencia de Paseo de Gracia con Plaza Catalunya, a los que han dispersado disparando salvas y utilizando las porras. Al menos una persona ha resultado detenida en este nuevo enfrentamiento, según ha podido comprobar Efe.
El dispositivo policial se ha retirado después de desmontar el campamento y llevarse el material que consideraban potencialmente peligroso. Los agentes se han abierto paso entre los acampados para permitir el trabajo de las brigadas municipales de limpieza, tras lo que han retirado el cordón policial que rodeaba la plaza y han permitido acceder al millar de personas que se habían concentrado en apoyo de los acampados.
Los operarios, con la ayuda de algunos policías, se han llevado todo el material que conformaba el campamento de los "indignados", desde colchones, toldos o sofás, hasta los elementos rígidos que servían de soporte a las pancartas y a los altavoces de los concentrados.
Sin embargo, un total de 3.000 'indignados' han regresado sobre las 13 horas a la plaza Cataluña de Barcelona. Hay una mínima presencia policial y los manifestantes no podrán volver a montar su campamento. Pero han hecho oidos sordos a esta exigencia y los manifestantes han vuelto a instalar las tiendas de campaña y el resto del campamento.
El motivo esgrimido por la Generalidad para proceder al desalojo de los indignados es la final de la Champions League que enfrentará al FC Barcelona contra el Manchester United en Londrés. La zona en la que permanecían acampados los indignados está muy próxima a Canaletas, lugar en el que los aficionados celebran los títulos de su equipo. Cabe recordar que durante estas celebraciones se producen tradicionalmente importantes destrozos del mobiliario urbano.