Las urnas alumbraron el 22-M la posibilidad de que el PP desalojara de la alcaldía al socialista Pedro Castro tras casi treinta años en el poder. El socialista perdió, respecto a 2007, cuatro concejales y un doce por ciento de votos. Los populares, mientras, se convirtieron en la fuerza política más votada.
La llave de la alcaldía recaía en UPyD: la formación consiguió dos concejales que son clave para formar gobierno. El PP, con doce, no alcanza la mayoría absoluta, situada en catorce. El PSOE, con 9, tampoco aunque se aliara con IU, que logró cuatro.
Sin embargo, la formación de Rosa Díez aún no ha anunciado cuál será el sentido de su voto. En declaraciones a esRadio, su portavoz, José Luis Morato, ha insistido en que las condiciones para dar su apoyo a cualquier formación política son su apoyo a una reforma electoral, la devolución al Estado de las competencias de Educación y la no presencia en las listas de candidatos imputados. La número seis de Pedro Castro ha allanado el camino al pacto con su renuncia, pero Morato no ha desvelado si es suficiente.
"Estamos en la misma línea, a la espera de que cualquiera de los dos partidos exprese su predisposición" a acatar sus condiciones, dijo. Si no hay acuerdo, apuntó, su formación votará en contra o se abstendrá. Sí dijo que la salida de la socialista imputada "es un buen gesto" y afirmó que "algo está cambiando en el partido socialista".
Pese a las preguntas de esta casa, Morato no desveló cuál será el sentido de su voto el próximo once de junio. Sólo lanzó una promesa: no van a "hacer algo en contra de los ciudadanos".