A nadie mínimamente decente, a nadie con sentido común, a nadie con la pretensión de hacerse camino en la vida con su esfuerzo, se le hubiera ocurrido ni siquiera en sueños "acampar" durante días en un espacio público urbano, perjudicar con su actitud a miles de personas que nada tienen que ver con sus pretensiones y participar en infinitud de asambleas que recuerdan muy directamente a régimenes totalitarios. Todo ello sin tener en cuenta las deplorables condiciones higiénicos-sanitarias.
Como broma ya esta bien estos sinverguenzas no representan a nadie, solo a ellos mismos, los indignados somos nosotros que no tenemos trabajo, pagamos impuestos y encima tenemos que limpiarsus piojos y pulgas ................Fuera de una p...vez
A ver que me entere. Cuando me conviene, lo que se decida en la asamblea es lo que todos tienen que acatar, cuando no, las decisiones son individuales y no hay decisión colectiva.
¿Y estos caraduras son los que hablan de democracia real? Esa palabra les viene grande.