Antes de dar por finalizada la Sesión de Control, en el entorno de las 13:00 horas, el presidente del Congreso formulaba una petición a los pocos diputados presentes en un hemiciclo desierto. Reducir un día las sesiones plenarias semanales que se celebran en la cámara baja, que no son cinco sino tres, de tal manera que sus señorías se verían obligados a asistir al Congreso de los Diputados sólo dos veces en semana.
Bono se escudaba en los grupos parlamentarios para formular dicha propuesta: "Diversos portavoces parlamentarios han hecho llegar a la presidencia la conveniencia de ensayar esta posibilidad".
Y la sometía a la consideración de la treintena de diputados que todavía permanecían en el plenario. "Les hago esta consideración a los que más atienden a la presidencia porque tengo la fuerza, probablemente moral, de atender los que los portavoces me dicen y ustedes ahora más fuerza moral todavía por su presencia".
"¿Les parece adecuado que ensayemos esa fórmula que les planteo?". Los sorprendidos y despistados parlamentarios asentían mientras buscaban la voz autoritaria ausente de sus portavoces de grupo. "Muchas gracias por esa unanimidad en el asentimiento. Se levanta la sesión".
La noticia corría como la pólvora en el Congreso, donde los informadores tiraban rápidamente de teléfono para conocer quiénes eran los "diversos portavoces" que habían realizado la propuesta y quién la compartía.
Los grupos no la apoyan
"¡Qué me dices!", exclamaba un miembro de la Junta de Portavoces a Libertad Digital al recibir la comunicación de la noticia. Las fuentes consultadas por este diario apuntan a que Bono se limitó el pasado martes a preguntar a la Junta si eliminaban el pleno "esta semana", pero "en ningún caso habló del resto de legislatura".
Las fuentes PP, PSOE e IU a las que ha accedido LD coinciden en sus discrepancias con la propuesta y aseguran que su preferencia es mantener el sistema de tres días de pleno del Congreso.
Los populares se quejan además porque "no hemos sido consultados en ningún momento", aunque la queja se hace extensible a otros grupos parlamentarios, como IU, que aseguran no haber recibido ninguna información al respecto.
Cuando los periodistas colgaban el teléfono al finalizar su ronda de comunicaciones con los grupos, se miraban entre ellos: "¡Ha sido Bono!".
La idea de comprimir las sesiones plenarias en dos días ya fue manejada por el presidente del Congreso al inicio de su mandato, en junio de 2008. Entonces ya logró adelantar al miércoles por la mañana las sesiones de control al Gobierno en el Congreso, que antes eran por la tarde; en consecuencia, y de acuerdo con el presidente del Senado, Javier Rojo, las sesiones de control en la Cámara Alta se adelantaron al martes por la tarde.
Hasta ahora, el Congreso reserva los jueves para el debate en Pleno de los proyectos de ley que remite el Gobierno, que son aprobados por las comisiones o que regresan del Senado para su aprobación definitiva. La intención del presidente del Congreso es que estos debates pasen a producirse los miércoles por la tarde, liberando así los jueves para que se reúnan las comisiones.
La actividad de los martes no sufriría cambios: por la mañana seguirían reuniéndose la Mesa y la Junta de Portavoces y por la tarde se tratarían en el Pleno proyectos autonómicos, proposiciones de ley, proposiciones no de ley y mociones derivadas de la sesión de control anterior.