Era una noticia esperada, pero no por ello menos dolorosa para un sector muy importante del Partido Popular. Con la legislatura casi extinta, Ángel Acebes anunció este martes su intención de renunciar a su escaño en el Congreso de los Diputados para abrir "una nueva etapa profesional".
Denostado públicamente y considerado en voz de un diputado amigo como "un demonio" por algunos sectores vinculados al PSOE, lo cierto es que Acebes siempre ha sido considerado, aún hoy, por el PP como un hombre de la casa. Incluso después de que, tras la segunda derrota electoral de Mariano Rajoy, dejara las riendas de la Secretaría General y fuera relegado a un tercer plano en la Cámara Baja, tanto que sus intervenciones han podido ser contadas con los dedos de una mano.
Sin embargo, y pese a ello, Acebes fue en esta legislatura para el PP como el pepito grillo que dice lo que muchos piensan y nadie se atreve a decir. "Si te resignas a no defender en lo que crees, posiblemente no te maten o te intenten matar" pero darás la espalda "a quienes confían en ti", advirtió en diciembre de 2008, cuando recibió un premio de las bases del partido.
Pero más que por ser un referente ideológico, que también, a Acebes se le recordará por su discurso en materia antiterrorista, fruto de los conocimientos adquiridos al frente de la cartera de Interior. "Todavía quedan quienes, desafiando la experiencia, la ética y la razón, opinan que con la ley no basta. Que los atajos en forma de negociaciones y contra partidas son inevitables y necesarios con el terrorismo", pronunció en junio de 2010.
Y en forma de presagio auguró lo que después se hizo realidad: "ETA necesita un partido legal para sobrevivir", le dijo a Rajoy, en la presentación del libro España, camino de libertad. Ya con Sortu-Bildu en las portadas, Acebes sacó del baúl de los recuerdos la herramienta para que no concurrieran a las elecciones: la Ley de Partidos.
Pero incluso en sus propias filas le pusieron pegas y finalmente ETA se pudo volver a presentarse a las elecciones: "Los que han matado son de nuevo vitoreados y aplaudidos", tradujo ya con el fallo del Tribunal Constitucional hecho público.
Por ello, y en su despedida, formalizada a través de un comunicado de prensa con membrete del PP, recuerda que él fue el impulsor de la Ley de Partidos y se lamenta de la presencia "masiva y desafiante" de Bildu en el País Vasco y Navarra. "No puedo dejar de manifestar mi honda tristeza y máxima preocupación".
Se marcha con elegancia, de la que siempre hizo gala, según quienes compartieron con él horas de trabajo. "Doy las gracias a todos los compañeros del PP, con quienes he compartido muchos años de intensa vida política en defensa de nuestros principios y convicciones, al servicio del interés general de España y de los españoles". Pese a lo cual, en privado se muestra defraudado.
Hoy en Génova era un "día triste" en voz de más de un miembro del aparato. "Fue un gran secretario general, sin duda. Ahora no es lo mismo". Así le definió alguien que estuvo con él cuando fue secretario general y sigue ahora al frente de un cargo de responsabilidad en la sede nacional:
"Es un señor. Leal al partido en todos los momentos, en los buenos y en los malos. En todas las fases. Muy querido por todos".
Sin embargo, Rajoy -con quien comparte cena anual para recordar el accidente de helicóptero- no ha elevado ninguna nota de agradecimiento, ni tampoco ha hecho comentario alguno. No hay valoración oficial a su marcha.
Acebes deja una tarea "muchas veces difícil, pero gratificante e imprescindible". Y dice adiós ensalzando la fuerza del territorio nacional: "España ha vivido muchas encrucijadas críticas a lo largo de su historia y, a pesar de su magnitud y gravedad, también será capaz de superar la crisis actual para recuperar la senda de la confianza, la fortaleza institucional y la prosperidad".