El pasado domingo, la mayor parte de los indignados abandonaron la Puerta del Sol, ilegalmente ocupada por un campamento que ha durado casi un mes. No obstante, dejaron allí lo que llamaron un "punto de información", esto es, una suerte de chiringuito hecho con palés con una función aún por descubrir.
Pero donde sólo se observan tablas de madera y pintadas con lemas trasnochados, El País ha visto puro arte, que definen como "un experimento de improvisación, reciclaje, bricolaje, diseño colectivo, y apáñate como puedas que ha llamado la atención de arquitectos y urbanistas profesionales". Tanto les ha fascinado, que han buscado al artífice de la construcción, que les ha explicado con todo lujo de detalles los pormenores del levantamiento -ilegal- de esta caseta que se ha asentado en el centro de la capital. "Lo que estaba pasando en Sol nos pareció mazo de chulo...pero pensamos que el campamento, estéticamente, no estaba a la altura de las ideas" cuenta el autor a El País.
Alberto Araico tiene 21 años y estudia segundo curso de Ciencias ambientales, y acudió a Sol a construir la estructura junto con su asociación "neorrural", que se dedica a revivir pueblos abandonados: "Queríamos mejorar la estética de la acampada siendo fieles al espíritu de las asambleas". Así que llegaron con su ‘Proyecto Manzana’, que también llaman "nuevo chabolismo ilustrado" y construyeron el tenderete, aprovechando un proyecto de Araico, que ya había construido en un solar abandonado de su campus. Él cuenta que "se dispuso a hacer algo con palés" y "me salió el Guggenheim". El diario de Prisa se deshace en elogios ante la planificación de la caseta, y asegura que "el Proyecto Manzana tiene planos, cálculos, y un presupuesto (6.471 euros, aunque está ‘algo hinchado’, admite el autor). La estructura se completaba con un aislamiento de tetrabriks, pilastras de neumáticos usados, unos vanos de luz de lunas de coche y una cubierta vegetal", explica su autor.
Araico se entretiene en explicaciones de cómo montaron la bóveda de Sol, - que ellos llaman 'barrancón'- palé a palé "con lo que íbamos encontrando", todo ello, protegido por "un parapeto de lonas azules para que la policía no se percatase", dejando patente la ilegalidad manifiesta del chiringuito. Aún así, se queja: "A la bóveda le faltan algunos detalles: barniz ignífugo, aislamiento de tetrabriks, flores en la cubierta..." dice, ciñéndose al "plano estético". Porque otra cosa es qué pinta la estructura allí: "Queda por definir para qué servirá, cómo se gestionará, quién la atenderá", y advierte "constructivamente podría aguantar 30 años en pie".