Si el viernes era el consejero de Agricultura, el democristiano y habitualmente templado Josep Maria Pelegrí quien removía las conciencias patrióticas catalanas con una apelación al consumo de productos locales; Felip Puig, el titular catalán de Interior, no descarta hoy pedir ayuda a la Guardia Civil si la situación se complica con los indignados.
Y lo hace nada menos que desde el ABC, el mismo medio que informó sobre posibles incompatibilidades entre sus negocios privados y sus cargos orgánicos cuando aún estaba en la oposición.
En esa entrevista, Puig alerta sobre la capacidad tecnológica de los violentos, que no se reduce a su movilidad en las redes sociales, pero afirma compartir "muchas de las reflexiones de los indignados". Sin embargo, como a la mayoría de los nacionalistas, le preocupa "la falta de visión del país" (de Cataluña, matiza) de estos colectivos.
Así pues, mientras la consejería de Agricultura reclama a los catalanes que no pidan vino de Rioja y se decanten por los caldos locales; el responsable de mantener el orden en Cataluña no descarta pedir la ayuda de la Guardia Civil, aunque, eso sí, bajo el mando del presidente de la Generalidad. Es necesario añadir que, aunque no se ha retractado de su comentario sobre el vino de La Rioja, Pelegrí ha pedido disculpas a todo aquel que se haya sentido ofendido.