O sea, que mientras están en Sol insultando a Espe Aguirre, no molestan y pueden hacer lo que le salgan de los huevos. Pero en cuanto se acercan un poquito a sus señorías y les lanzan cuatro gritos, se ponen nerviosos y mandan a la policía para intimidarlos.
Y pensar que todavía quedan ingenuos y tontos útiles que no los considera la guardia pretoriana de RuGALcaba.
Too liltle, too late
Lo que habría que hacer es rociarlos con napalm o sencillamente que experimentasen la forma de represión de esos sistemas a los que tanto adoran. Que se vayan a acampar a Arabia Saudí o que ocupen alguna plaza pública de Venezuela. O, mejor aún, los indignados catalanes que dejen de llenar de mierda la plaza de cataluña y se vayan a Qatar, ya que tanto les mola ahora lo islámico.