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ETA, ante la Justicia: chulería, consignas y rebajas de pena

Amenazas, burlas, goras a ETA... Todo por tratar de desacreditar la acción de la Justicia.

Amenazas, burlas, goras a ETA... Todo por tratar de desacreditar la acción de la Justicia.

La actitud desafiante que mostró el exnúmero uno de ETA Garikoitz Aspiazu ‘alías Txeroki’ durante el juicio que se celebró el pasado miércoles en la Audiencia Nacional es algo habitual entre los miembros de la banda criminal.

Desde que este tribunal se creó en 1977 para juzgar delitos específicos, entre ellos los de terrorismo, muchos son los etarras que se han sentado en el banquillo de los acusados con actitud provocadora a lo largo de los años.

La mayoría de ellos siguen consignas de la banda terrorista cuando acuden a sus citas con la Justicia. A continuación, se reflejan las principales actitudes adoptadas por los etarras ante los magistrados de la Audiencia Nacional. 

No reconocer al tribunal: El pasado miércoles lo hizo exjefe de la banda Txeroki se comportó con un conducta chulesca ante el tribunal que lo juzgaba negándose a reconocerlo. Lo cierto es que este gesto no sorprendió ya que casi todos los miembros de ETA se niegan a reconocer el tribunal que los juzga. De esta forma, los terroristas tratan de desacatar al estado de Derecho y aprovechan la oportunidad para decir que no van a participar en ese "circo". Por ejemplo, en el año 2002 el ex dirigente etarra José Javier Arizkuren Ruiz, "Kantauri", fue expulsado del juicio por el intento de atentado contra el Rey en Palma de Mallorca por negarse a participar en "este circo" y afirmar que no reconocía al tribunal.

En 2006, otro ex dirigente etarra "Txapote" retó al presidente del tribunal que le juzgaba por el asesinato del socialista Fernando Múgica, al magistrado Alfonso Guevara, a quien no reconoció como autoridad para juzgarle. Posteriormente, le espetó: "Para monigote de circo tú, no yo".

Negarse a declarar por torturas: El no reconocimiento de la autoridad judicial suele venir acompañado de las denuncias de torturas falsas por parte de los terroristas. La estrategia está clara: si bien muchos de los etarras confiesan datos sobre los planes y las estructuras de la banda al ser detenidos por las Fuerzas de Seguridad del Estado, en los juicios la historia cambia. ETA ordena expresamente a sus militantes que nieguen haber realizado esas declaraciones y que, además, manifiesten ante los jueces que todo lo recogido en los atestados policiales fue declarado bajo amenazas y torturas. Por ejemplo, en el año 2003 los ex-dirigentes de la banda "Pakito" y "Fiti" se negaron a declarar durante el juicio por la masacre de Zaragoza y amenazaron al tribunal con provocar un altercado si no eran desalojados de la Sala.

Enviados al habitáculo blindado: Para evitar situaciones tensas, en multitud de ocasiones los magistrados presidentes de Sala adoptan la decisión de enviar a los etarras a las ‘peceras’ de las salas blindadas de la Audiencia Nacional. Aún así, desde allí ha habido que lamentar algún incidente de manos de terroristas. En el año 2006, los etarras Jesús María Etxeberría y Ángela Aranburu trataron de ser expulsados de la vista celebrada a raíz de la colocación de un cocha bomba en Santander. Tras decirle en numerosas ocasiones al presidente del tribunal, Alfonso Guevara, que iban a abandonar el recinto comenzaron a dar patadas al cristal de la sala blindada. La Policía los redujo, esposó y tuvieron que permanecer en el juicio.

Otras veces, los terroristas no se conforman con no guardar silencio durante el juicio y se dedican a tratar de comunicarse con el público desde el habitáculo blindado. Esto ocurrió por ejemplo con el etarra Balbino Sánz Olarra en un juicio que se celebró 2002. El tribunal llamó la atención del acusado que desde la urna blindada intentaba comunicarse con sus familiares. "Balbino, atienda", le gritaron los jueces.

 

Muestras de apoyo a ETA: Goras a favor de la banda criminal, puños en alto, exposición de fotografías de etarras, gritos con las consignas de la banda... han sido una variable constante en la Audiencia Nacional. En el año 2002, la etarra Idoia López Riaño alías "La Trigresa" fue expulsada de un juicio tras mostrar una foto del rostro desfigurado de Unai Romano detenido anteriormente por su prelación con ETA.

En 1997, el etarra Valentín Lasarte, hoy día según él mismo dice arrepentido por los crímenes cometidos, consiguió introducir en la sala blindada de la Audiencia, en la que fue juzgado, una pancarta que desplegó al final. En ella se leía el lema: "Katxue - Txo erahillak (asesinados). Múgica - Oreja asesinos". Lasarte hacía referencia a dos dirigentes de Batasuna que se suicidaron.

Sin ir muy lejos, el año pasado "Txapote" se negó a declarar en el juicio por el asesinato de dos guardias civiles en Sallent de Gállego, Huesca, el 20 de agosto de 2000. El criminal aprovecho su cita con la Justicia para reentonar la expresión proetarra "Jo ta ke Independentzia lortu arte", que significa "Dando duro hasta conseguir la independencia".

Pero estos episodios lamentables no sólo son protagonizados por quienes ocupan el banquillo de los acusados. En julio de 2006, por ejemplo, un grupo de familiares de los etarras Aitor Aguirrebarrena y Asier Arzalluz fueron expulsados de la Audiencia después de corear 'gora ETA' en respuesta a idéntico grito que profirieron los dos acusados al final del juicio.

 

Burlas y amenazas ante el tribunal: En numerosas ocasiones los etarras que acuden a la calle Génova tratan de mofarse que la Sala que los está juzgando. Para ello, se dan besos, se ponen a conversar como si el juicio no fuera asunto suyo, cuentan chistes, se abrazan en medio de la vista pero luego dicen que no se conocen personalmente, etc. Uno de estos episodios lo protagonizó la pareja de miembros de ETA Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Mújika Goñi que fueron juzgados en 2007 por el atentado con coche bomba en Vallecas (Madrid). Durante la vista, los terroristas se profirieron besos y arrumacos ante el tribunal. También lo hizo la pareja compuesta por los etarras "Txapote" y "Amaia" en el juicio por el asesinato del concejal del PP José Ignacio Iruretagoyena en 1998 en Zarauz (Guipúzcoa). Hubo risas, abrazos y también besos.

En 2004, los comentarios en la comisión que investigación los atentados del 11-M del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, sirvieron a "La Tigresa" para mofarse del representante del Ministerio Público.

Fungairiño dijo entonces que no veía la televisión más que por los documentales de la BBC. Entonces, la etarra López Riaño aseguró en el juicio que no iba a declarar, a contestar preguntas de los abogados ni a participar en modo alguno en la sesión. "Para que nos saquen en la BBC...", alegó.

Aunque quizás, el capítulo más tenso vivido en la Audiencia fue cuando en el año 2006 el etarra Iñaki Bilbao amenazó al presidente de la Sección Tercera de lo Penal con pegarle "siete tiros" y arrancarle "la piel a tiras" durante el juicio que se siguió contra él por un delito de amenazas terroristas al juez Garzón.

Con todo, y pese a los capítulos descritos en esta crónica, la Justicia no deja de dar disgustos. Concretamente este viernes, en una sentencia hecha pública en la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, se reduce hasta 30 años el máximo de tiempo en prisión que deberá cumplir el ex jefe de ETA Javier García Gaztelu, ‘Txapote’ que había sido fijado en 40 años el pasado mes de septiembre por la Audiencia Nacional. Es decir, que el Supremo reduce la pena que tiene que cumplir uno de los terroristas más sanguinarios de la banda. Un despiadado asesino que ha sido condenado por 6 asesinatos, entre ellos, el de Miguel Ángel Blanco en 1997.

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