Soraya Sáenz de Santamaría ha comparado el Debate sobre el estado de la Nación como "la radiografía" del fracaso de un Gobierno agonizante, que sólo espera a que José Luis Rodríguez Zapatero disuelva las Cortes y convoque elecciones generales.
Desde la tribuna de oradores, la portavoz del Grupo Popular hizo un marcaje durísimo de las reformas que a lo largo de la presente legislatura ha llevado acabo el Ejecutivo para llegar a la conclusión de que "no hay Gobierno, no hay proyecto" y, por lo cual, "no hay razones" para continuar con "la agonía".
Y es que el país que Sáenz de Santamaría dibujó es estremecedor: cinco millones de parados, siendo los jóvenes los más perjudicados, una inflación y una deuda inasumibles y una prima de riesgo que, según los analistas, deja a España en una situación muy complicada. "Éste es el país que nos deja", se quejó, mirando al presidente. "Un país sin Gobierno", remató.
En este sentido, recordó que los ciudadanos han afrontado estos últimos cuatro años en un "continuo sobresalto" y mentó para argumentarlo la huelga general o el estado de alarma consecuencia de la situación provocada por los controladores aéreos. Todo, afirmó, "consecuencia directa de la descomposición" del gabinete gubernamental.
Una debilidad del Ejecutivo, eje central de sus críticas, de la que se ven beneficiados "unos pocos" -como los partidos nacionalistas, que reciben grandes contrapartidas- pero que son "una rémora" para el conjunto nacional.
La guerra de poder en el PSOE
Pero es que, para rematar, Sáenz de Santamaría definió un Gobierno que no está al servicio de los españoles, sino en un "pulso por el poder". "Eso es lo único que les ocupa", y vino entonces una crítica nada velada a la bicefalia que protagonizan Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba: "Demasiados líderes para poco liderazgo".
En el diagnóstico, muy duro, expuesto por la portavoz del PP también incluyó las más importantes reformas abordadas por el Gobierno, ejemplo de su inaptitud. La reforma laboral, la de la negociación colectiva... "Han sido incapaces, España sigue sin crédito", arguyó, para hacerse una pregunta que bien parecía todo un órdago envenenado: "¿Quién se puede creer ahora que van a hacer lo que ya prometieron hace un año, hace dos y hace tres?". La bancada popular le respondió en forma de aplauso.
En conclusión, Zapatero no ha dado "ni un solo argumento" que justifique "prolongar la agonía ni un solo día más". "No ha planteado ninguna medida que permita la continuidad de un Gobierno ausente. Su proyecto está agotado, lo dice el PP y lo certifica el PSOE en sus Propuestas de Resolución", continuó Sáenz de Santamaría.
El Programa de Gobierno de Rajoy
Dicho lo cual, llegó el mensaje de esperanza: "Las cosas se pueden hacer de otra manera, con nuevas políticas, proyectos e ideas", y en este punto enmarcó el Programa de Gobierno que Mariano Rajoy, y que avanzó este diario.
Equilibrar las cuentas públicas, una administración marcada por el rigor y la austeridad, unas pocas reglas claras que puedan ser cumplidas, enumeró la parlamentaria del PP, que sumó a la crisis económica otra institucional. Y, una vez más, la presencia de ETA volvió a llegar a la Cámara, recibiendo la ovación de sus señorías de color azul.
"No podemos pasar por alto la entrada de Bildu", destacó Sáenz de Santamaría, que llamó al Gobierno a "extremar la vigilancia" porque, como dijo Rajoy en la víspera, ya existen motivos concretos para su ilegalización. "No puede seguir la senda de ETA-Batasuna", sentenció.
La número tres de Rajoy cerró su intervención corroborando el fin de ciclo: "Podrán aferrarse al tiempo que les queda, pero el tiempo pone a cada uno en su lugar", advirtió a los socialistas, augurando una "nueva etapa de certidumbre, confianza y nuevas ideas".