José María Aznar ya no está tan solo en su compromiso de firmeza en materia antiterrorista. En la última campaña electoral, su voz resonó, al son de otras como la de Esperanza Aguirre o Jaime Mayor Oreja, advirtiendo de la necesidad de que Bildu no concurriera a los comicios por ser parte del entramado de ETA. Sin embargo, la dirección nacional se mostró al margen, vendida a la estrategia diseñada por Génova.
Una postura, la del equipo de Mariano Rajoy, que ha cambiado una vez la coalición proetarra tomó el bastón del poder en decenas de ayuntamientos del País Vasco y Navarra, incluido el de San Sebastián, así como en instituciones clave como las Juntas Provinciales de Guipúzcoa.
El punto de inflexión llegó en el marco sobre el Debate del estado de la Nación, cuando el Rajoy más presidente urgió a José Luis Rodríguez Zapatero a actuar sin demora contra Bildu porque, aseguró, ya existen motivos. En este sentido, el Grupo Popular presentó una Propuesta de Resolución que obligaba al Ejecutivo a "extremar la vigilancia", pero el PSOE la vetó.
Este mismo sábado, Javier Arenas insistía en llevar el tema Bildu a la arena política al asegurar que "el PSOE y el PNV deberían hacer una reflexión muy seria. Si hubieran tenido coherencia, como sí la ha tenido el Partido Popular, hoy no estaríamos preocupados por que los amigos de los etarras tienen las responsabilidades que tienen. Eso pesará como una losa sobre ellos". Lo hizo en la clausura de la 18º Intermunicipal popular, en la que en la víspera Ana Mato dijo, sin medias tintas, que el "apellido de Bildu es ETA".
Fuentes de la dirección nacional admiten ahora, como también lo hacían antes -aunque en privado-, que Aznar "siempre ha acertado" en materia antiterrorista, asesorado por el que fuera su titular de Interior, Mayor Oreja.
En la inauguración del Campus FAES volvió a dar una "lección", en palabras de varios dirigentes populares. "Lo que está en marcha, y que no se engañe nadie, en el País Vasco y Navarra es un proceso de legitimación del terrorismo, de exaltación de los asesinos, de exculpación y borrado de sus crímenes", aseguró Aznar, que hoy contó con la compañía de María Dolores de Cospedal, con la que fraguó una especial relación en campaña, trasladándose a Castilla-La Mancha en varias ocasiones.
Precisamente, la secretaria general de los populares decía, pocas horas antes, sobre la presencia de Bildu: "Hay motivos de sobra para que se pueda actuar por parte del Gobierno", admitiendo "la afrenta a la democracia y el insulto a las víctimas" que supone ver a los proetarras en las instituciones.
"Bildu es un peaje que se paga para que ETA no mate", sintetizó Aznar, que señaló como "cómplices de los terroristas" al Gobierno y a la "burbuja socialista" que no pocas veces distinguió entre buenos y malos en el entramado terrorista. "Quienes creían que cediendo o comprando la mercancía que ETA ha querido vender colaboraban con la paz ya tienen la respuesta: su responsabilidad se agrava cada día", solemnizó.
Y sin dejar la falsa idea de buenos y malos, Aznar aún llegó a advertir: "Los supuestos arrepentimientos sólo están en la imaginación de los que han fabricado un infame relato que convierte en virtuosos demócratas a los que han inspirado y rentabilizado el terror".
Motivos todos los anteriores por los que el ex presidente precisó que "no podemos decir que ETA se sienta derrotada" y, todavía peor, "ha visto cómo se le habría una puerta para escapar a su derrota", y que pasa por las instituciones vascas y navarras.
Un diagnóstico para llegar una solución: poner fin a "la pesadilla" a través de las urnas, elevando a Rajoy como presidente del Gobierno. "Ahora nos queda revertir ese gran error, recuperar la iniciativa y reafirmarnos en el compromiso de la derrota de los terroristas". A ello ya se comprometió Cospedal, a quien este sábado elogió el ex presidente: "Cuando gobierne Rajoy en España, el objetivo será también el de echar a ETA de las instituciones".