Las críticas y descalificaciones vertidas por algunos miembros del Gobierno socialista contra el auto por el que el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz procesa a tres cargos policiales por el chivatazo a ETA han provocado malestar y preocupación entre determinados vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), según señalaron fuentes de este órgano a Europa Press.
El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, calificó ayer de "disparatado" el auto del titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional porque a su juicio "probablemente es una suma de indicios más bien especulativos". Añadió que tenía "la firme convicción" de que la resolución será revocada. Y Rubalcaba habló de "fallos jurídicos".
A juicio de estos vocales las críticas vertidas hasta ahora sobrepasan la "crítica democrática", por lo que desde el CGPJ se hace un llamamiento a la prudencia y al respeto por el Estado de Derecho.
Para otros vocales, sin embargo, las manifestaciones realizadas hasta el momento, tanto por Jáuregui como por otros cargos políticos, sobre el "caso del chivatazo" no han excedido del ejercicio de la libertad de expresión, por lo que no comparten dicho enfado.
Fuentes consultadas por Europa Press en el seno del Consejo han mostrado su interés en resaltar que oficialmente no se ha discutido este asunto ni se ha adoptado ninguna postura institucional respecto de lo ocurrido tras conocerse la decisión del juez Ruz, que por otro lado tampoco ha solicitado su amparo al Consejo.