Con la losa de la encuesta -presentada ayer por el PP andaluz- donde se le otorga a este partido el 50,4% de los votos, un aumento de 11,2 puntos respecto a sus resultados de los comicios de 2008 y una ventaja de 16,2 puntos sobre el PSOE, se reúnen hoy en Sevilla el equipo del candidato Rubalcaba con el de la agrupación andaluza, la más grande, de más peso y salvavidas del PSOE a escala nacional, para marcar los tiempos electorales que mejor convengan a Rubalcaba.
Griñán anunció el pasado viernes que en la cita de este lunes en la sede regional del PSOE-A, de la calle San Vicente de Sevilla, se tocará el tema de las elecciones generales y andaluzas. Griñán es partidario de convocar en Marzo de 2012, una vez que el Partido Socialista espera una remontada respecto de la marea popular que barrió Andalucía de costa a costa las pasadas elecciones autonómicas. Rubalcaba no es partidario de esperar tanto y espera convencer a Griñán para convocarlas en otoño.
En el encuentro entre los candidatos participarán sus equipos para planificar los tiempos electorales de manera conjunta y los objetivos a conseguir. Rubalcaba mantiene intacta la esperanza en el tradicional voto socialista de Andalucía como uno de los pilares para gobernar en Madrid. Así la reunión contará con la presencia de la directora de campaña de Rubalcaba, Elena Valenciano y de Antonio Hernando, y por parte del equipo andaluz la Secretaria de Organización, Susana Díaz y el portavoz socialista del parlamento andaluz, Mario Jiménez.
La intención de Griñán es la "compenetrar los equipos" de ambos candidatos. Así el propio PSOE-A colocó en el equipo de Rubalcaba a Micaela Navarro, la actual consejera andaluza de igualdad y políticas sociales. Con ello se pretende un lenguaje común y una estrategia común de cara al voto al que aspira conseguir el PSOE en Andalucía.
Uno de los caminos que piensa Griñán allanar es el que aprobó el Parlamento de Andalucía en el último pleno del pasado viernes, que acabó en una bronca descomunal, por el último punto del orden del día que era la aprobación de las 28 medidas para la transparencia y la calidad democrática en la actividad política, entre las que figuraba la incompatibilidad de alcalde y presidente de diputación con el cargo de diputado. El Parlamento dio el visto bueno a la exclusión de alcaldes -para lo que tendrá que reformarse la ley electoral- con los votos del PSOE y de 5 de los 6 ediles de Izquierda Unida (el alcalde de Marinaleda votó en contra). Esta medida pretende atacar el corazón del voto popular en Andalucía.